Chris tuvo una calorosa bienvenida en el aeropuerto gracias a sus hijos, que le esperaban con carteles. | Toni Planells

Sin duda, una de las fechas más subrayadas del mes de diciembre en las familias en las que alguno de sus miembros se encuentra fuera de la isla es la de la víspera del día de Nochebuena. Una fecha en la que, mientras en la Península las carreteras viven la ‘operación salida’, en las Pitiusas se vive una suerte de ‘operación vuelta a casa’ protagonizada principalmente por universitarios que cursan sus estudios lejos de su casa.

Así, la puerta de llegadas del Aeropuerto de Es Codolar se convierte estos días en una suerte de escenario del célebre anuncio de turrones donde sus protagonistas se abrazan emocionados al son de la melodía que todos relacionamos con estas señaladas fechas.

Dani y Lucía, con sus padres.
Fotos: Toni P.

Lucía y Dani son un buen ejemplo de la realidad que reflejaba el famoso anuncio. Estudiantes en Barcelona de un Máster de Reproducción Asistida y de Fisioterapia respectivamente, estos dos hermanos, acompañados por la mascota de Lucía, Addy, se reencontraban con sus padres, Maribel y Jose, a primera hora de la mañana de este sábado para celebrar en familia y en casa las Navidades. «Pasaremos aquí todas las fiestas y volveremos el día siete», explicaba Lucía mientras Dani apuntaba que «nada más volver, al día siguiente ya tengo un examen». «Yo me examino el día 28», añadía Lucía, que lleva siete años estudiando en Barcelona, mientras reconocía que «tengo suerte de poder hacerlo online».

Iván y su madre, Olga, tras aterrizar él procedente de Madrid.

Al filo del medio día aterrizaba otro vuelo, este procedente de Madrid. Uno de los primeros pasajeros en cruzar la puerta de llegadas fue Iván, que se fundía en un largo y emocionado abrazo con Olga, su «feliz madre», tal como se definía ella misma. Iván estudia en Madrid un Máster en Traducción Multimedia y acumula ya seis años de abrazos navideños. «Aprovecharé para estar en familia, ver a mis amigos, tomar el sol y pasear por la playa» explicaba Iván respecto a sus planes navideños en Ibiza, aunque reconocía que «también tengo que preparar algunos trabajos durante estos días». Entre los planes de Iván, también se encuentran los gastronómicos-familiares, tal como adelantaba Olga, «le prepararé todos sus platos favoritos, para hoy ya tengo preparada una buena olla de pasta que hago yo misma y que le gusta mucho».

Ramón, Oriol, Miquel y Eva.
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Miquel estudia segundo de Físicas en Madrid y sus padres, Eva y Ramón, junto a su hermano, Oriol, esperaban impacientes su salida tras la puerta de llegadas. Para darle la bienvenida, la familia de Miquel adelantaba entre risas que «la única sorpresa que le tenemos preparada para su llegada es llevarle directamente al supermercado para hacer la compra, así nos podrá hacer la comida él mismo, que es buen cocinero». «Además, en el supermercado es donde estos días te puedes encontrar a todas las familias reunidas», añadía la familia con humor.

Noelia es la madre de Lucía, que estudia un grado de Educación Infantil en Madrid. Lucía aterrizó este viernes en Ibiza y esperaba junto a su madre la llegada de su hermano, Alejandro, que estudia Realización y Audiovisuales también en la capital. En cuanto a los planes navideños, madre e hija adelantaban que «haremos lo normal: estar en familia y comer bien, que como en casa no se come en ningún sitio».

A Lucía y Paola les esperaban su hermano y su madre, Patrik y Rocío.

Lucía y Paola estudian Protocolo y Danza respectivamente en Madrid. Tras aterrizar en Ibiza se fundían en un abrazo con su madre y su hermano, Rocío y Patrik. «Estaremos hasta el día siete» explicaban ambas hermanas, mientras reconocían al unísono y entre risas que esperaban encontrar en casa su plato favorito: «¡una buena tortilla!», antes de dirigirse al aparcamiento del Aeropuerto.

Sin embargo, no todos los reencuentros navideños tienen que ver con los estudios. Los compromisos laborales también son uno de los argumentos a la hora de celebrar la vuelta a casa de los seres queridos. Este es el caso de Chris, a quien su hijo e hija, residentes en Sant Rafel, esperaban impacientes con un cartel de bienvenida que dibujaron ellos mismos junto a su madre, Nicola, para recibirle tras aterrizar de su vuelo procedente de Londres.