La Avenida d’es Canar en Santa Eulària es como el lugar donde el buen ambiente y el sol se dan la mano. Aquí, los árboles se mueven al ritmo de la brisa marina y los bares están cargados de un ambiente familiar y festivo. Dar un paseo por aquí es como entrar en una postal mediterránea donde la buena vibra impera ante todo.

Francisco se conoce esta vía más que bien porque reparte los pedidos a negocios de la zona, indica que son La Perla, el Vudoo, La Tortuga, el Suma los más típicos y emblemáticos, «ahora mismo hay gente de aquí», auqnue nota que «como acaba de abrir el hotel y ya se mueve más gente de la tercera edad que les deja el autobús aquí al lado». Sin duda los puntos de encuentro están en los bares,pues además se encuentran todos en el lado derecho de la vía, donde incide el sol directamente sobre las terrazas.

Las terrazas están repletas de mesas pero hay un ambiente vecinal, se conocen entre todos, pasan los viandantes y saludan a los consumidores y trabajadores «adiós Pepe», vocifera uno que pasa con su coche por el asfalto de la Av. d’es Canar.

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La energía d’es Canar

En lo alto de la bajada de tres escalones que hay que cruzar para entrar a los bares están tomando una cerveza tranquilamente J Son y Adrián, ellos viven en la zona y destacan que «es un paraíso este lugar». Adrián filosofa con la armonía del lugar: «La atmósfera tiene algo que hace sentir muy tranquilo, libre, hay otro movimiento distinto a Sant Antoni o Ibiza, está menos cargado de energía, menos personas, edificios, tráfico, es otra libertad».

Juan y David, también comparten una bebida refrescante y un momento gratificante. Los dos son de Sevilla, viven aquí hace 14 y 25 años respectivamente y trabajan juntos, de «fontanero, albañil y electricista». Para ellos esta lugar es «lo mejor del mundo» y la «zona más bonita», porque «Ibiza es muy bonita, pero es Canar tiene su encanto». Para ellos el turismo de aquí «es de muy buena calidad, muy bueno, muy bueno, muy bueno», Juan explica que «son gente pacífica, noble, es gente mayor, no es como Sant Antoni o Playa d’en Bossa que son gente que viene a la discoteca, comen mal y vienen de fiesta y a drogarse». No paran de repetir lo bonito que es este lugar, así como que no lo cambiarían «por nada».

Esta energía de la que hablan los vecinos, a medida que se va ahondando por la avenida se va sintiendo, pues no hay gesto que no parta de la amabilidad y la buena fe. Entre ellos se van saludando, haciendo bromas y compartiendo. Hay un bar llamado Vudoo en el que se aglomeran los clientes y charlotean entre la gente del barrio, los trabajadores y los mayores del Imserso que han elegido este destino vacacional. «Esto es una maravilla, un paraíso», asegura Marisa, repitiendo las mismas palabras que otras personas ya dijeron, sin saberlo. Ellos destacan la playa, la naturaleza, el color del mar, las calitas y sobre todo la gente de Ibiza, que «es encantadora porque te saludan, te dan los buenos días y las buenas noches, son amables, te indican dónde es el autobús si vas perdido». Ellos son todos de Jaén, y no saben ni cuantas veces han caminado la playa de punta a punta, en el Vudoo disfrutan sus últimas horas, porque pronto acaba su aventura.

Alexandra regenta este bar, que ella dice que está tan animado «porque está todo bueno». Francisco, un cliente de «toda la vida», responde que aquí dejan a la gente en los autobuses y entran porque ella «les pone tapas, les da tortilla, les da queso», y «le damos a elegir», añade ella. Para ellos la clientela que viene del Imserso les da «alegría mañana, tarde y noche»