Primera reunión del Pacte Social i Polític per a la Sostenibilitat de les Illes Balears. | Jaume Morey

«El sector turístico tiene unas externalidades negativas que hay que afrontar y gestionar para poder minimizarlas. El reconocimiento de la importancia del turismo para la economía de Balears no es incompatible con una realidad incontestable: todos compartimos que no se puede seguir creciendo en volumen».

La presidenta del Govern, Margalida Prohens, ofició ayer el alumbramiento del Pacte Social i Polític per a la Sostenibilitat de les Illes Balears con estas palabras ante un auditorio que congregó en la Escuela de Hostelería de la UIB a más de 140 interlocutores de diversos ámbitos del tejido empresarial, económico, académico, político y civil de la sociedad balear.

«Podríamos haber convocado a menos gente, pero creemos que esta vez no va de eso», señaló la presidenta para subrayar la importancia de que este pacto dé cabida y representación a todos los actores posibles. «Hay entidades que históricamente se han percibido como antagónicas. A pesar de las legítimas diferencias todos compartimos el amor por nuestras islas». En ese sentido, Prohens remarcó que todos los presentes compartían diagnóstico y preocupación por la situación actual, y que ahora se ha de empezar a trabajar en un documento «que no sea una suma de intereses personales», sino una «hoja de ruta conjunta». Eso, avanzó, llevará un tiempo. «Los residentes tendrán que soportar más días de saturación».

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La presidenta comenzó su exposición poniendo en valor el papel clave de la industria turística en el desarrollo social y económico de Balears en los últimos 60 años. Una reflexión que sirvió de punto de partida para abordar el fenómeno de la saturación turística, un hecho que ha motivado la creación de la Mesa. El encuentro de ayer es el principio de un debate profundo que se articulará a través de grupos de trabajo reducidos bajo la supervisión de un comité de expertos liderado por Antoni Riera, director de Impulsa Balears.

«El hecho de ser un territorio frágil y limitado nos obliga a hablar de gestión y de sostenibilidad. Y sí, a hablar de límites. Hablar de límites y contención es hoy la mejor manera de defender el turismo», señaló la presidenta para aseverar que «la congestión está comprometiendo la competitividad turística de Balears» o que «se ha excedido la capacidad de carga».

«La congestión es uno de los problemas más graves y complejos que deben afrontar destinos de todo el mundo; no somos una excepción: basta con mirar a Madrid, Londres, Roma...». En su encendida defensa de los datos rigurosos y los estudios objetivos, Prohens hizo referencia a estadísticas de Impulsa Balears que reflejan la caída en renta per cápita en las Islas o de su competitividad como destino turístico.

«Constatamos un crecimiento transversal de malestar social», indicó Prohens para reafirmar su apuesta por una transformación pensada por y para el residente en primer lugar. «Los turistas seguirán siendo bienvenidos, pero no nos hemos de engañar: tenemos que ser conscientes de dónde estamos. No será fácil pero se lo debemos a la sociedad». Y sentenció: «Tenemos que romper la inercia».