El Consell d’Eivissa organizó el pasado jueves un interesantísimo debate sobre la Transición con varios de los protagonistas de importantes episodios de aquella época en nuestras islas, como Abel Matutes Juan,Toni Planells Malalt, Neus Escandell o Josep Maria Costa. La mesa redonda despertó enorme interés entre los ciudadanos, que llenaron Sa Nostra Sala, y si alguna conclusión pudieron sacar fue que poco queda del espíritu que hizo posible avanzar hacia una democracia. Más de 40 años después de la muerte del dictador, las posturas parecen estar más alejadas que nunca y mientras unos ensalzan el papel de estadistas como el rey Juan Carlos I, de Adolfo Suárez, Santiago Carrillo, Felipe González o Manuel Fraga, otros lamentan que una vez enterrado Franco no se hubiera puesto sobre la mesa el debate entre monarquía o república. Hoy, cuando los cimientos del sistema democrático del 78 están más en entredicho que nunca, quizás convendría recuperar la reflexión de Costa: «Analizar aquellos hechos 40 años después es más fácil que vivirlos, aunque todos los procesos democráticos son mejorables».

En Formentera, en vez de echar la vista atrás miran al futuro y esta semana han dado un paso más en la regulación de la entrada de vehículos a la isla. El Govern balear ultima una normativa que permitirá al Consell fijar un límite de vehículos sobre Formentera y emitir una tarjeta de circulación sin la cual uno no podrá transitar por la isla en vehículo. Según los plazos que manejan ambas instituciones se espera que esta medida para proteger el medio ambiente ya esté en marcha en verano de 2019. De momento se desconoce cuántos vehículos permitirá el Consell que circulen por la isla pero los que ya han puesto el grito en el cielo son los ‘rent a car’, cansados de que se les culpe casi en exclusiva de la masificación de las carreteras. Aseguran estar a favor de la regulación pero piden conocer más detalles sobre la iniciativa del Consell de Formentera y el Govern balear.

Por su parte, desde el equipo de gobierno del Consell d’Eivissa observan con envidia sana a la menor de las Pitiusas y también han solicitado al Govern una ley que permita limitar la entrada de vehículos en Ibiza. De momento parece más un anuncio de cara a la galería que una medida realizable a corto o medio plazo.