La vigilancia policial en las entradas de sa Penya se mantiene desde principios de febrero.

J.J.MONERRI El cerco policial al barrio de sa Penya cumple tres meses y medio. Pasado este tiempo, la Dirección Insular mantiene que los resultados continúan siendo buenos y que el control a la droga también ha permitido reducir el número de robos en la isla. El representante de la Delegación del Gobierno en Eivissa, Luis Carlos Fernández Tejerina, dentro de este contexto, aseguró que también se tienen datos ya que constatan casos de «narcotraficantes que se han tenido que ir de la isla por la presión y otros, sino traficantes colaboradores muy directos, que han buscado trabajo».

La denominada «Operación Esperanza» se ha saldado por el momento con nueve detenidos. Tejerina, sin embargo, recordó que el proyecto viene de la mano de otras actuaciones en el plano social y urbanístico, además de las policiales, necesarias para que se obtengan buenos resultados. Entre éstas, darles salidas de reinserción a los toxicómanos.

La llegada de la temporada turística va a obligar a redistribuir los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía. La Dirección Insular se encuentra a la espera de saber exactamente el número de agentes que este año van a ser destinados a Eivissa, coincidiendo con la Operación Verano que se pondrá en marcha a principios de julio.

El cerco intenta no sólo dificultar los movimientos de los traficantes sino también desmontar el entramado creado por los clanes de sa Penya. La labor de vigilancia cuenta ya también con información de primera mano sobre posibles puntos de droga, más de cincuenta según distintas fuentes, aunque Tejerina, al igual que en lo referente a otros datos técnicos, prefiere guardar de momento silencio.