La operación de la Benemérita tuvo lugar en el barrio de las Escuelas.

J..J.M. Un traficante de cocaína de Santa Eulària aceptó ayer una pena de tres años de cárcel, condena que le impuso la Audiencia Provincial después de que el ministerio público y la representación legal del acusado, con el consentimiento del sospechosos, llegaran a un acuerdo que se resolverá en una sentencia de conformidad. Jesús Martínez Calero, natural de la localidad murciana de Jumilla y de 31 años de edad, fue detenido el pasado mes de julio en una operación dirigida por el Grupo de Investigación Fiscal y Antidrogas (Gifa) de la Guardia Civil de Eivissa que sirvió para cerrar un punto de venta y distribución de esta droga, según se desprende de las pruebas recogidas por la Benemérita.

El acuerdo al que ayer se llegó ayer ante el tribunal lleva también parejo que Martínez Calero, un albañil al que no se le conocía trabajo cuando fue detenido pese a su alto tren de vida, deberá pagar una multa de medio millón de pesetas.

Los agentes del Gifa requisaron en total 52 gramos de cocaína, veinte de ellos repartidos en envoltorios preparados en su comercialización así como un dinamómetro y una balanza de precisión que supuestamente se consideraron utilizadas para el pesaje de los estupefacientes.