El fuego declarado anteayer ha provocado que se desalojen numerosas viviendas de la zona. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Un centenar de personas, entre profesionales y voluntarios, conforman el dispositivo que se ha reunido para combatir el gran fuego forestal que desde anteayer tarde arrasa los montes de Sant Agnès en un incendio que al cierre de esta edición ya había calcinado al menos cerca de 55 hectáreas en Buscastell.

Las llamas, en un frente que en el primer día alcanzó el kilómetro y medio de longitud, no pudieron ser dominadas durante las primeras 24 horas de trabajos de extinción. A última de la tarde las previsiones eran más optimistas al remitir el viento, causa principal de que el fuego se propagara con rapidez durante la tarde del miércoles y ayudara a avivarlo en las horas siguientes. En medio de esta tareas, ayer tarde, otro incendio que se declaró en es Caló des Moro, en sa Talaia de Sant Antoni, hizo saltar de nuevo la alarma. Este, sin embargo, pudo ser rapidamente sofocado. En este lugar ya se han producido cuatro fuegos forestales en lo que va de año.

Los bomberos y el personal del Ibanat, sólos junto con una compañía del Ejército, agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local en los inicios de un incendio cuya causa oficialmente no se ha dado a conocer, pudieron contar ayer con el apoyo de medios aéreos, que se desplazaron desde lugares tan dispares como Sevilla o Madrid, aunque se incorporaron ya a mediodía pese que se esperaba su intervención al amanecer. Entre estos medios figuraban dos helicópteros, dos dromaiders con base en Sevilla y un Canadair. Los dos primeros aparatos destacados en Mallorca, no pudieron actuar en la tarde del miércoles a causa del fuerte viento viento que les impedía despegar, informó el 112.