Las llamaradas eran perfectamente visibles desde la costa y fueron observadas por decenas de curiosos. Foto: MICHELS

El incendio de un catamarán que se encontraba amarrado en la bocana del Port d'Andratx provocó ayer noche la alarma de los vecinos, que temían que las grandes llamaradas se extendieran a otras embarcaciones y alguien resultara herido.

Sobre las diez de la noche el COS (la emisora) de la Guardia Civil y el centro de emergencias del 112 empezaron a recibir llamadas telefónicas que aseguraban que un barco estaba envuelto en llamas entre el muelle exterior y el espigón del Club de Vela. Se da la circunstancia de que numerosas personas habían acudido a presenciar la llegada de los Reyes Magos y algunos de ellos, que todavía se encontraban por la zona, fueron testigos de aquel pavoroso incendio. El catamarán «Mousetrap», de bandera británica y unos diez metros de eslora, estaba fondeado sin tripulación y pese al rápido despliegue de efectivos de auxilio se hundió en aquellas aguas.

En el dispositivo participaron agentes de la Guardia Civil, de la Policía Local, los bomberos y una embarcación con base en Puerto Portals de Salvamento Marítimo. Además, dos particulares cedieron sus barcos para que los funcionarios pudieran acercarse al «Mousetrap» y combatieran las llamas desde menor distancia, aunque al final la iniciativa no fue suficiente y la nave británica zozobró a unos 300 metros de la costa, ante la mirada de decenas de curiosos.