Los hechos ocurrieron en una zona boscosa cercana a esta rotonda.

J.J.M./P.T. Lo que debería haber sido una 'limpia' y sin sobresaltos operación de intercambio de droga, en este caso de cocaína, se convirtió ayer en una violenta pelea en la que un hombre de nacionalidad colombiana, de unos 35 años de edad y cuyo nombre corresponde a las iniciales F.L., resultó herido tras recibir una puñalada por la espalda en la cima de un monte junto a la rotonda de Sant Carles, lugar en el que iba a llevarse a cabo la compraventa de la droga. En ese lugar se dieron cita al menos tres personas sobre las siete y media de la tarde, dos colombianos y J.M.T.G., un joven ibicenco de unos veinte años de edad. Según los primeros indicios, un desacuerdo en el precio de la droga podría haber originado una acalorada disputa entre ellos, que derivó en un escaso margen de tiempo en la puñalada que J.M.T.G. le propinó a la víctima.

En un principio se temió que la herida podía haberle perforado un pulmón, hecho que fue descartado en la Policlínica tras un reconocimiento médico. El alboroto causado por todo lo que estaba sucediendo permitió que la Policía Local de Santa Eulària y la Guardia Civil de esta localidad fueran alertadas. La velocidad con la que actuaron los cuerpos de seguridad permitió la detención del presunto autor de la puñalada (que se encontraba muy nervioso y que al parecer reconoció la operación de narcotráfico a la policía), mientras que el segundo colombiano habría aprovechado la confusión para huir.

J.M.T.G. sufría una brecha en la cabeza posiblemente causada por un fuerte golpe con una piedra durante la reyerta, por lo que fue trasladado al hospital de Can Misses por una ambulancia del Servicio de Emergencias del 061 escoltado por la Guardia Civil. Un vehículo de Ambulancias Ibiza recogió entonces al colombiano, gravemente herido, y lo trasladó a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, también escoltado por miembros de la Benemérita. Según ha podido saber este periódico, la cocaína había sido trasladada en la caja de un móvil, previamente embalada, y estaba distribuida en tres rocas junto a una balanza de precisión. La cantidad de droga podría superar los 300 gramos, aunque este último extremo no pudo ser confirmado al cierre de esta edición.

La cocaína y la balanza de precisión habían sido dispuestas sobre un pozo en la cima del monte, rodeado todo ello de una zona boscosa que ocultaba la operación. En el lugar de los hechos también fue encontrada una cantidad de dinero estimada entre los 1.000 y los 2.000 euros. Los billetes estaban completamente manchados de sangre. La Policía Judicial de la Guardia Civil inició de inmediato una exhaustiva inspección visual del lugar de los hechos para intentar delimitar lo sucedido, así como para extraer las responsabilidades de las personas implicadas en estos hechos. Además, los agentes de la Benemérita intentaban encontrar también el arma con la que fue agredido F.L. y que fue arrojada a la maleza.