La policía puso ayer a disposición judicial a un joven portugués con distintos antecedentes delictivos después de que hubiera protagonizado un incidente con un agente de policía, al parecer de la plantilla de la Comisaría de Eivissa, que estaba fuera de servicio y contra el que presuntamente arremetió el sospechoso sin un motivo claro antes de intentar huir. Tras una persecución, dicha persona pudo ser capturada, momento en el que se le intervinieron dos cuchillos -uno de diez centímetros de hoja y otro de cinco- que éste llevaba ocultos entre sus ropas.

Se da la circunstancia de que este mismo individuo, que podría tener sus facultades mentales perturbadas, fue condenado en su día a dos años de cárcel por disparar a la cara con una escopeta de balines a un vecino suyo, suceso ocurrido en diciembre de 2005 también en Eivissa. Ayer finalmente fue acusado por un delito de lesiones después de que se descartara que hubiera intentado robar al afectado, como en un principio se pensó.

Los hechos ocurrieron en la calle Carlos III. El agente, que declaró no conocer al acusado y que no vio ningún arma, se encontró con una raja en el pantalón después de recibir presuntamente un fuerte empujón del detenido, persona que se dio a la fuga. El sospechoso, que desconocía la profesión de la otra persona, llegó a declarar en el juzgado que la pelea tuvo lugar después de que viera al otro orinando y él le reprochara que estuviera oyendo en la calle.