Un reciente informe policial en el que se recogía que, por el material acumulado y fuegos que se encendía en el interior de la Comandancia, existía un claro peligro de incendio dentro del inmueble formó parte de los argumentos presentados por el Consell insular para poder ejecutar el desahucio que pesaba sobre este lugar.

En dicho informe, se señalaba también que las carencias higiénicas estaban a la orden del día en el lugar y que ello constituía un peligro para la salubridad de las personas que se estaba refugiando entre sus paredes.

De estos argumentos tuvieron pleno conocimiento los indigentes que fueron desalojados anteayer. A cada una de las personas que salía del inmueble se le dio un escrito del Consell en el que se motivaban las razones que justificaba el desahucio para recuperar la propiedad del inmueble, documentación que venía acompañada con la sentencia del juzgado de lo contencioso de Mallorca que autorizó el lanzamiento. Un funcionario del Consell, instalado en una mesa que se colocó frente a la puerta principal del edificio, se encargó durante toda la mañana de anteayer de esta tarea. Los indigentes que se iban marchando del edificio fueron recibiendo esta documentación y estampando su firma en este mismo trámite para que quedara constancia de esta diligencia.

Vela

En el momento en que se produjo la intervención policial, y según el relato de una de las personas afectadas por el desalojo, sólo había una vela encendida en el piso superior. El edificio, sin embargo, ha sufrido varios incendios desde que se produjo su abandono e, incluso, de un crimen después de que se descubriera el cuerpo sin vida de un rumano con un disparo en un ojo.

Los moradores de la Comandancia señalaron en distintas informaciones publicadas por este periódico que ellos mismos se ponían de acuerdo en ocasiones para intentar adecentar el recinto así como limpiar su interior.