«Me puso las dos manos sobre el pecho y me empujó, golpeándome contra una vitrina. Por ello, tuve una crisis de ansiedad». Ésta es la supuesta agresión que una enfermera del Centro de Salud el 20 de marzo de 2008, festividad del Jueves Santo, en un altercado con un paciente que acabó con la intervención de la Guardia Civil. El enfermo, que se sometía a una cura en una mano, tuvo que sentarse ayer en el banquillo por este hecho acusado de un supuesto delito de atentado que le puede costa runa condena de dos años de prisión.

Ésta es la pena que piden para él el fiscal y la acusación particular en un caso que quedó visto para sentenecia en el Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa. El sospechoso se enfrenta tambièn a pagar una multa de 600 euros y a hacer frente a una indemnización de 500 euros que se reclama para la víctima.

El sospechoso reconoció en su juicio que « hubo palabras» entre él, su mujer y el personal del centro durante una cura programada que tenía que realizársele y, cuando su mujer fue invitada a salir de la dependencia.

'Instinto'

El paciente, sin embargo, negó que hubiera atacado a la enfermera y aseguró que ésta se golpeó sola después de que él, institintivamente se levantara cuando le estaban poniendo una gasa en la mano y la ATS, ante esta acción, reaccionara echándose para atrás.«Eso no es cierto. Al parecer, no le gustó cómo le estaba curando. Se tiró el betadine encima y cuando dije que ya estaba bien, y nada más ponerle la gasa encima, me gritó que le había echo daño y me empujó», relató la afectada.

«Todo esto pasó porque la mujer, al salir de la sala, comenzó a increparme y me dijo que ella era ATS. Le dije que si lo era, que le hiciera ella la cura en su casa. Él se debió molestar por esto», explicó un compañero de la enfermera perjudicada por este incidente.