El Juzgado de Instrucción número 4 ha dictado la apertura de juicio oral por la muerte del joven británico William Hall después de que recibiera un fuerte golpe en el cuello.
El Ministerio Público solicita tres años de prisión para R.G.L., madrileño de 33 años de edad, a quien se acusa de ser el causante de la muerte del clubber William Hall en 2006 en las inmediaciones del estacionamiento de la discoteca DC-10 en agosto de 2006.
En concreto, el Ministerio Público lo acusa de un delito de lesiones en concurso ideal con otro de homicidio imprudente, informaron ayer en el Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, que acaba de dictar la apertura de juicio oral por la muerte del joven británico.
R.G.L. será juzgado, previsiblemente, por uno de los dos Juzgados de lo Penal de Eivissa. Allí se revivirá lo ocrrido en agosto de 2006. Según se dijron entonces fuentes de la investigación, ya por la mañana y tras una larga noche de fiesta, el joven Hall entró en un vehículo estacionado cerca del parking de la discoteca pensando que se trataba de un taxi 'pirata'.
En el coche
Cuando, supuestamente, R.G.L le dijo que saliera del coche, el británico se negó y, según la acusación, el madrileño le dio un fuerte golpe en el cuello.
Dos días tardó Hall en acudir al hospital. Cuando finalmente fue a Can Misses, se le hizo una revisión y recibió el alta. Poco después regresó porqe se sentía mal, quedó ingresado y falleció.
Las autopsias revelaron que Hall estuvo tragando sangre entre tres y cuatro días hasta que, finalmente, murió por la grave hemorragia interna. En los análisis se le encontraron cinco litros de sangre en los intestinos.
Al parecer, el joven no informó a los médicos de los golpes que había recibido.
El Àrea de Investigación de la Guardia Civil de Sant Antoni estuvo buscando al autor de la agresión hasta que finalmente se detuvo a R.G.L. y a otras dos personas.
Ahora, al juicio sólo ha sido citado el presunto autor de la agresión a Hall.
Detenido dentro de un coche
R.G.L. no hizo caso del requerimiento judicial para ser informado de que se abría juicio oral con él, por lo que se dictó una orden de búsqueda. Un viandante, según la policía, informó de que una persona estaba indispuesta en un coche, y resultó ser R.G.L.
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