J.J.M.C., de 42 años de edad, aceptó ayer ante los magistrados de la Sección de Refuerzo de la Audiencia Provincial la pena de seis años de prisión y una multa de 700.000 euros por un delito de narcotráfico. En un principio, el Ministerio Público pedía el doble para este colombiano, que lleva en prisión provisional desde octubre de 2009 y que cuanta con antecedentes penales no computables.

Según el escrito de acusación, admitido como cierto por el condenado, él y otras personas que no han podido ser identificadas se dedicaron entre los meses de octubre de 2008 y octubre de 2009 a la distribución de cocaína desde Madrid a Eivissa y Francia.

Almacenaba y preparaba la cocaína en un laboratorio situado en un piso de la ciudad madrileña de Leganés. En esa vivienda la policía encontró 5.230 gramos de cocaína en varios paquetes y con distintas purezas. Allí los agentes encontraron también numeroso material para el procesado de la cocaína y su preparación para la venta.

En el piso, señala el escrito de acusación, actuaba también una persona apodada «Toallita» que se encargaba de entregar pedidos de droga. Días antes de ser detenido, J.J.M.C. había vendido una importante cantidad de cocaína en Francia con la colaboración de G.T.H., alias «Pablo», que fue detenido por la policía en aquel país y motivo por el que había una orden de detención y entrega respecto de J.J.M.C.

Aunque el condenado fue detenido en Madrid, el juicio se ha celebrado en la isla porque la operación comenzó en Eivissa, fue tutelada por un juzgado de la isla y realizada por policías insulares, entre otros.

J.J.M.C., de 42 años de edad, aceptó ayer ante los magistrados de la Sección de Refuerzo de la Audiencia Provincial la pena de seis años de prisión y una multa de 700.000 euros por un delito de narcotráfico. En un principio, el Ministerio Público pedía el doble para este colombiano, que lleva en prisión provisional desde octubre de 2009 y que cuanta con antecedentes penales no computables.

Según el escrito de acusación, admitido como cierto por el condenado, él y otras personas que no han podido ser identificadas se dedicaron entre los meses de octubre de 2008 y octubre de 2009 a la distribución de cocaína desde Madrid a Eivissa y Francia.

Almacenaba y preparaba la cocaína en un laboratorio situado en un piso de la ciudad madrileña de Leganés. En esa vivienda la policía encontró 5.230 gramos de cocaína en varios paquetes y con distintas purezas. Allí los agentes encontraron también numeroso material para el procesado de la cocaína y su preparación para la venta.

En el piso, señala el escrito de acusación, actuaba también una persona apodada «Toallita» que se encargaba de entregar pedidos de droga. Días antes de ser detenido, J.J.M.C. había vendido una importante cantidad de cocaína en Francia con la colaboración de G.T.H., alias «Pablo», que fue detenido por la policía en aquel país y motivo por el que había una orden de detención y entrega respecto de J.J.M.C.

Aunque el condenado fue detenido en Madrid, el juicio se ha celebrado en la isla porque la operación comenzó en Eivissa, fue tutelada por un juzgado de la isla y realizada por policías insulares, entre otros.