Al menos tres personas se encuentran acusados de los supuestos destrozos a la puerta comunitaria de una finca y daños en un bosque de la zona de Jesús, en las proximidades de cala s'Esntanyol, donde la Guardia Civil paró en marzo de 2007 la construcción de un camino cuando una máquina desbrozadora y cortadora llevaba medio kilómetro de trabajos en un bosque.

Los afectados, que consideran que se cometió un delito contra la flora, piden un año de cárcel para los denunciados, una multa de 30.000 euros e indemnizaciones que, en su conjunto, rondan los 20.000 euros.

Acceso

El fiscal, por su parte, sólo demanda responsabilidades por los daños ocasionados en la puerta de la finca. El camino supuestamente estaba destinado a facilitar la llegada de maquinaria a una zona donde se pretendía levantar una construcción.

Los informes periciales que están incorporados en la causa, que ayer debía de haberse celebrado en el Juzgado de lo Penal número 1 de Evissa y que, por enfermedad de uno de los acusados, hubo que suspender hasta noviembre, apuntan a que se arrancaron 27 pinos y ocho enebros, casi todos con un diámetro comprendidos entre los 15 y los 25 centímetros. Según la información recogida por este periódico, la tala se vio interrumpida después de que se diera aviso a la Guardia Civil de Santa Eulària. Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) investigaron luego lo sucedido.

El suceso ocurrió en la finca Cas Corredor y la zona deforestada fue de unos cuatro metros de anchura. Al no poder entrase en la finca, un operario rompió la puerta para poder acceder con la taladradora a la zona donde se pretendía abrir el camino.

La polémica sobre la existencia de una antigua senda

Las partes en litigio por esta causa no se ponen de acuerdo si el lugar por donde pasó la máquina que llevó a cabo dichos trabajos era un antiguo camino de la finca. Los afectados entienden que el lugar, en todo caso, pudo ser en su día una senda pero dicho tramo estaba ahora 'invadido' por la vegetación y los árboles.