La primera de las tres 'palabras mágicas' que todo el mundo quería escuchar estos días se pudo escuchar ayer por boca de la consellera d'Interior, Pilar Costa: el incendio está 'estabilizado'. Todavía falta para que se pueda dar por controlado y aún deberán transcurrir varios días para que el 'extinguido' resuene junto a las colinas de Morna y Sant Joan.
Después de que el sábado se pudieran frenar las lenguas de fuego y el incendio no ampliara su perímetro de devastación, este domingo los trabajos de extinción continuaron atacando los focos dispersos y de relativamente poca entidad que todavía se mantenían activos. Mientras tanto, algunos efectivos contra incendios se dedicaban ya a refrescar zonas apagadas para evitar rebrotes.
La situación es tal que han empezado a retirarse numerosos medios. Además de los bomberos catalanes, los cerca de 300 militares de la UME iniciaban anoche su repliegue, informó Defensa. Los militares embarcarán hoy a las 14,00 horas con destino a Dénia.
En total, la UME ha usado para atacar el fuego seis aviones del 43 Grupo de Fuerzas Aérea, un helicóptero ligero EC-135 para mando y control y un helicóptero HU-27 Cougar, dotado con helibalde (cesta para descargas de agua).
El trabajo de extinción y de enfriamiento corre a cargo a partir de ahora, fundamentalmente, de helicópteros.
Las carreteras que permanecían cortadas se han abierto parcialmente, al menos para los servicios públicos y vecinos, mientras que hoy podrán volver a las clases los alumnos del colegio público de Sant Joan.
Al irse normalizando la situación se está pudiendo realizar mejor un análisis a ras de suelo de la situación. Dos cosas destacan. Por un lado, cada vez se están registrando más viviendas dañadas, si bien todavía sólo se considera que una casa haya quedado totalmente destruida por el fuego. El resto, hasta la veintena, sufren daños más o menos considerables, pero siempre parciales.
Por otro lado, se está constatando lo que era una doliente realidad estos días, visible incluso a pesar (o sería más correcto decir 'a causa de') las nubes de humo. Pilar Costa ya ha señalado que los efectos sobre el ecosistema y la riqueza natural de la Isla son «inmensos».
También llega ahora el momento de los balances. La falta de medios aéreos potentes en la Isla ha llevado al alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Marí Carraca, a señalar que la isla debe contar con un Canadair para que este hidroavión pueda atacar cualquier fuego de cierta consideración en media hora y evitar así que las llamas se propaguen.