Los australianos Viktor I. y Christopher P. , ayer, en el banquillo ante el tribunal que les juzgó después de ser excarcelados.

Por ir sin el cinturón de seguridad puesto y sin tener a mano su documentación. Por ello la policía acabó en su casa el 27 de julio de 2010. La mala cabeza de uno de ellos, o quizás la de los dos, dejó a la vista una buena parte de la droga que tenían en su domicilio de Platja d'en Bossa, entre ella 1.038 éxtasis y 121 gramos de cocaína. Ahora presos esperan una sentencia que les puede costar una condena de dos años de cárcel.

Los dos residentes de este domicilio, ubicado en un cuarto piso de la calle Manuel de Falla, dos australianos, acabaron ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial. Ambos afirmaron en su juicio que, pese a todo, los agentes que les acompañaron a recoger su documentación entraron en la casa sin su permiso expreso.

Autorización

Todos los agentes que declararon ayer en el juicio por este caso aseguraron, por contra, que uno de ellos firmó un papel en el que se autorizaba de puño y letra que se accediera al domicilio porque no querían que sus vecinos recelaran de él al verlo con la policía. Según los dos acusados, de 27 y 24 años, la única firma que se estampó fue cuando estaban en Comisaría y refiriéndose a una intervención supuestamente ocurrida en el pasado. Viktor I., de 24 años, conducía un BMW acompañado de Cristopher P. cuando agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana le dieron el alto en un control en la avenida Pedro Matutes Noguera.

Dos horas después agentes del grupo de Estupefacientes registraban a fondo la residencia de los dos hallando más droga en un cubo de basura. «Los llamamos y se pidió la orden de registro después de que viéramos una balanza y droga sobre una mesa y una minibarra.

La cara de Viktor I. le delató. Fue como si se le hubiera caído el mundo al darse cuenta de lo que había dejado delante. A nosotros mismos nos pareció surrealista la situación», explicaron a la Sala varios agentes. Junto a la cocaína y los éxtasis aprehendidos, se requisaron 130 gramos de ketamina y 106 de MDMD, así como 7.367 euros.