La Guardia Civil de Formentera detuvo al acusado de este suceso. | Guillermo Romaní

Diez meses de cárcel por resistirse con gran violencia a su detención acompañando su comportamiento con insultos al estamento judicial y a la Corona. Ésta es la condena, junto con una multa de 75 euros por una falta de lesiones y una indemnización de 600 a un agente, que la juez Martina Rodríguez, titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, ha impuesto a un residente ucraniano de la localidad de Sant Ferran por unos hechos ocurridos en la madrugada del 20 de marzo de 2009 y en la que el acusado recibió a la Guardia Civil cuchillo en mano.

R.L., de 37 años, que en su día fue condenado también a ocho meses de prisión también por el mismo delito, se vio implicado en una fuerte discusión con su pareja y con un amigo común. La agresividad que exhibió motivo que éstos pidieran la ayuda de los agentes del Instituto Armado.

Nada más llegar una dotación con tres guardias civiles uniformados, el sospechoso arrojó al suelo un cuchillo que portaba. Su actitud «provocadora» (como queda calificada en la sentencia) vino seguida de una retahíla de insultos. En la sentencia se detallan algunos de ellos: «Guardias de mierda, hijos de puta, os voy a matar a todos, menudos maricones, los jueces son una mierda que sólo verme se ponen a temblar» y «me cago en los españoles y su rey».

Unos de los agentes, al ir a arrestar a dicho individuo, fue atacado en la espalda, sufriendo, por ello, una lesión por la que necesitó 12 días de curación.

El mismo comportamiento se mantuvo durante el traslado de R.L. a las dependencias policiales de Formentera. «Continuó profiriendo diversos insultos contra los agentes, diciéndoles que le daba todo igual, porque sabía que en dos días estaría en la calle pues en España, los jueces le tenían miedo porque eran todos unos maricones», argumenta como probado la juez Rodríguez.