El francés Rezki Mahroug aceptó ayer la pena de seis meses de prisión por un delito de conducción temeraria y otros seis más por otro de desobediencia, ya que, tras causar un grave accidente de tráfico, se negó a someterse a la prueba de la alcoholemia. La juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, dictó ayer la pena 'in voce', casi nueve años después del accidente que provocó el acusado, que se produjo el 12 de agosto de 2002 en la avenida de Sant Josep, en Vila, y que dejó cinco heridos, algunos de ellos de gravedad. Tras el accidente, Mahroug declaró ante el juez de guardia, en Eivissa, que lo dejó en libertad provisional.
El acusado no acudió a sus compromisos judiciales y no volvió a dar señales de vida hasta que hace dos años fue hallado fuera de la isla y, al encontrarse en búsqueda y captura, volvió a declarar en un juzgado de guardia, que lo volvió a dejar en libertad. Finalmente, ayer se sentó en el banquillo de los acusados. No obstante, como la pena es inferior a dos años de prisión y el acusado carece de antecedentes penales en España, esta quedará en suspenso.
El accidente se produjo sobre las ocho y cuarto de la tarde. Rezki Mahroug conducía un potente deportivo marca Maserati descapotable de alquiler con matrícula francesa cuando, a la altura de Casas Baratas, invadió el carril contrario y chocó frontalmente con un taxi en el que viajaban tres personas, incluido el conductor, que resultaron heridas de diversa consideración. La mujer que viajaba de acompañante en el Maserati salió despedida por la ventanilla -al parecer no llevaba el cinturón- y también re sultó herida. A su vez, el taxi golpeó a otro turismo en que viajaban dos personas. Una de ellas también resultó herida.