La Audiencia Provincial ha resuelto con una condena de dos años y tres meses de cárcel para el funcionario de prisiones irlandés que el pasado mes de mayo fue juzgado en Eivissa por supuestamente irrumpir en la casa de una vecina que dormía e intentar abusar de ella introduciéndole el pene en su boca, acción que tuvo lugar a las pocas horas de que éste, «estresado por el trabajo», llegara a la Isla. El acusado, al ser descubierto y rechazado, huyó no sin antes golpear a la víctima, agravando con todo ello una enfermedad muscular que sufría la afectada

El tribunal ha considerado que el sospechoso, persona que en septiembre de 2009, fecha en la que ocurrió el suceso, se encontraba de vacaciones en la Isla, actuó bajos los efectos del alcohol, hecho que sin anular plenamente sus capacidades intelictivas y volitivas sí que la disminuían. Por ello, la Audiencia ha aplicado en su resolución la atenuante de embriaguez.

El acusado, a su vez, un hombre que en principio se enfrentaba a cinco años de cárcel, se ha visto favorecido por una cuestión técnica por lo que, ante la resistencia de la perjudicada, su delito es calificado por el tribunal como «tentativa de agresión sexual inacabada».

El 'asalto' a la casa de la víctima, vecina de la calle Montse Ribas de Ferrer, tuvo lugar sobre las ocho y media de la mañana cuando el acusado, aprovechando que se había dejado una ventana abierta en el domicilio, entró por ella y se acercó a una joven que dormía en bikini en un sofá. La mujer lo descubrió cuando se despertó sobresaltada al notar los golpes del pene contra su rostro al tiempo que oía que le decía. «Te voy a follar, puta». El sospechoso, al ser arrojado al suelo, «cogió por el cuello a la mujer y la golpeó contra la pared antes de huir». En su escapada, dejó abandonadas sus zapatillas y una camiseta.