Agentes de la Policía Local de Santa Eulària detuvieron el pasado martes pasado una fiesta ilegal que se estaba celebrando en una vivienda particular del barrio de Can Marçà y que había provocado la protesta de los vecinos por las molestias que estaba ocasionando a causa del fuerte volumen de la música, informaron ayer desde el Ayuntamiento.

Además de la denuncia interpuesta por las molestias per ruido, el cuerpo municipal dio traslado de las diligencias al departamento de Infracciones del Ayuntamiento de Santa Eulària para abrir un expediente sancionador, ya que se comprobó que se vendían entradas que daban derecho al acceso a la vivienda i y una consumición.

La Policía Local tuvo conocimiento de que se estaba celebrando la fiesta, por lo que una patrulla comprobó 'in situ' el alto volumen de la música que provenía de la vivienda, así como la gran afluencia de vehículos y personas al lugar.

En vista de la situación, se instaló un punto de control en el camino de acceso a la casa. Como resultado, se inmovilizaron seis vehículos por diferentes infracciones de sus propietarios, se interpusieron diez denuncias por posesión de drogas y se multó a tres conductores por dar positivo en el test de drogas.

Sanción económica

Fruto de la presencia policial, la llegada de personas a la fiesta ilegal se redujo y, finalmente, sus promotores cancelaron la celebración. La sanción por la fiesta ilegal oscila entre los 6.000 y los 60.000 euros.