La sangre en la puerta de sus domicilio los delató. Dos vecinos rumanos, ambos hermanos, de la calle del Mar de Sant Antoni fueron detenidos después de que, tras este hallazgo, se hicieran indagaciones policiales en la casa y se hallara a los dos sospechosos, borrachos, acompañados de una mujer y ellos mismos confesaran que habían tenido una pelea con un conocido magrebí al que acusaban de la pérdida de ropa que tenían en un tendedero.

Al parecer, la víctima fue atacada tras haber sido invitada a la casa después de que los dos sospechosos hubieran recibido una información en la que se aseguraba que el presunto ladrón había sido visto por la calle con dicha indumentaria. Los dos hermanos fueron puestos ayer a disposición del juzgado de guardia.

Según loas datos que han trascendido, el afectado logró escapar y pedir ayuda en el centro médico de Sant Antoni después de que supuestamente hubiera recibido una sucesión de golpes y patadas así como botellazos en la cabeza.

La investigación barajó que los hechos ocurrieron a última hora de la tarde después de que la víctima recibiera una llamada de uno de los acusados en la que le invitaba a que fuera a su vivienda a tomar una cerveza.

Durante el encuentro, éste le reprochó a su amigo magrebí que se hubiera llevado unos pantalones y una chaqueta del tendedero, algo que él negó después de que recibiera una primera tanda de golpes. Sin embargo, cuando todo parecía solucionado, el perjudicado sufrió una segunda agresión con una botellazos y más patadas.