Paulo Cesar Baptista (con lentillas de color) y su expareja, en una imagen facilitada por la familia de Abel Ureña Zafra. | Redacción Sucesos

El ministerio público solicitó anteayer el sobreseimiento de las acusaciones que la Guardia Civil formuló contra la expareja del portugués Paulo Cesar Baptista, el miembro del equipo de seguridad del Ushuaïa Beach Club que en agosto del año pasado golpeó mortalmente a Abel Ureña Zafra, camarero de este mismo establecimiento. Anteayer comparecieron en el Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa el propio Paulo Cesar Baptista con su representante legal, así como el abogado de su expareja, a quien la Guardia Civil acusó de encubrimiento por acompañar al portugués en su huida.
Durante esta comparecencia, la representante de la fiscalía pidió el sobreseimiento de la acusación contra esta mujer con base en el artículo 673.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal («cuando aparezcan exentos de responsabilidad criminal los procesados como autores, cómplices o encubridores), informaron fuentes judiciales. Es decir, que la fiscalía considera que la joven está exenta de responsabilidad en los hechos que acabaron con la muerte de Abel Ureña. La decisión final queda ahora en manos del juez.
El 19 de agosto del año pasado, Paulo Cesar Baptista, quien entonces era conocido con el nombre falso de Jose Pereira Sousa, asestó dos puñetazos, el segundo de los cuales resultó mortal, a Abel Ureña. Cuando la Guardia Civil llegó al Ushuaïa Beach Club, ya había huido. Juntos, él y su pareja, protagonizaron una fuga de película. De Eivissa volaron a Barcelona. En el aeropuerto de Eivissa fue encontrado el Hummer que habitualmente conducía Baptista. De allí fueron a Valencia, donde intentaron buscar refugio. De Valencia fueron a París y de la capital francesa a una localidad cercana a Amsterdam. Tras un tiempo en esta ciudad neerlandesa, la joven regresó a Barcelona con su familia y se puso en contacto con la Guardia Civil.
Tiempo después, los investigadores dieron con el portugués en la pequeña ciudad cercana Amsterdam y fue detenido en una operación de las fuerzas especiales de Países Bajos.

Juzgado por un jurado popular

Por el momento todo apunta a que Paulo Cesar Baptista será juzgado mediante de la ley del jurado, es decir, por un jurado popular, a no ser que, a lo largo del proceso, surjan novedades que lo impidan, como sería el hecho de que se le acusara por la presunta comisión de más de un delito. En caso de que lo juzgara un tribunal popular. La’ vista se tendría que celebrar en Mallorca, ya que el edificio judicial de Eivissa no cuenta con las instalaciones adecuadas para ello. El último caso de Eivissa que se juzgó de esta forma en Mallorca fue el del estonio Alvar Paas, que fue condenado por el asesinato de un joven italo-colombiano en Sant Antoni.

A la espera de otro juicio por una agresión anterior

Antes de que llegue el juicio por la muerte de Abel Ureña, Paulo Cesar Baptista será juzgado por una agresión anterior cometida también Ushuaïa Beach Club cuando trabajada en el verano del año pasado como miembro del equipo de seguridad de este local. El juicio estaba previsto para el 19 de marzo, pero el Juzgado de lo Penal que lo debía juzgar tuvo que devolver el asunto al de Instrucción para que rectificara la filiación del acusado. El problema es que cuando fue detenido por esta agresión, cometida el 28 de junio, Baptista empleaba el nombre falso de Jose Pereira Sousa. Según el escrito de acusación del fiscal, que pide 18 meses de cárcel, aquel día Baptista asestó un puñetazo en la mandíbula «sin motivo conocido» a un hombre que acudió al local a pedir trabajo. Baptista, cuando trabajaba en Eivissa, era prófugo de la justicia portuguesa, que lo condenó a varios años de cárcel por su presunta pertenencia al grupo Mafia da Noite.