La pericia de un agente de la Guardia Civil condujo, el pasado lunes, a la detención de un hombre de nacionalidad colombiana en el puerto de Sant Antoni bajo la acusación de tráfico de drogas. El sospechoso acababa de desembarcar en Sant Antoni procedente de Denia. Ya estaba dentro de su coche cuando un agente de la agente de la Guardia Civil le dio el alto. Comenzó un registro por el vehículo y vio que uno de los altavoces no estaba bien encajado. El guardia civil quitó el altavoz y vio dos huecos. Introdujo la mano y comprobó que había dos paquetes. Después se comprobó que en uno de los paquetes había un kilogramo de cocaína y en el otro, un kilogramo de una sustancia que se emplea para ‘cortar’ la droga y, de esta forma, conseguir mayor beneficio.

Intento de huida

Cuando el agente descubrió los paquetes, el sospechoso emprendió la huida, pero el guardia civil le persiguió y logró rápidamente darle alcance.

Ante el descubrimiento de la droga, se decidió avisar a los especialistas del Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Guardia Civil de Eivissa.

Los agentes del EDOA revisaron de nuevo el vehículo del colombiano y encontraron otros dos paquetes iguales, es decir, uno con un kilogramo de cocaína y el otro con un kilogramo de material de corte.

El acusado fue puesto ayer a disposición del juzgado de guardia, en este caso el Juzgado de Instrucción número 2.

Recientemente, el EDOA detuvo a dos hombres de nacionalidad marroquí, a los que también se acusa de tráfico de drogas, en el marco de la operación Sepi. La Guardia Civil acusa a estas dos personas de actuar como proveedores de droga, en concreto cocaína y hachís, en el ámbito de los locales de alterne, en especial en los del barrio de ses Figueretes de Vila.