Ferrer, en el centro, en una imagen de archivo con el exdelegado del Gobierno y un oficial | Redacción Sucesos

Eran las seis y media del sábado por la tarde y en el campo de fútbol de Formentera se enfrentaban los juveniles del Formentera y La Peña. Requeridos por el club de fútbol de casa, dos agentes de la Guardia Civil acudieron al estadio y vieron que «a pie de campo había un pequeño bar que estaba vendiendo bebidas alcohólicas, en concreto latas de cerveza con alcohol de la marca Estrella Damm, además de cañas de cerveza», según explica la propia Guardia Civil en un documento interno que narra el relato de los hechos, que también señala que se decidió denunciar a los responsables del bar por vulnerar la Ley Estatal del Deporte 10/1990, que prohibe la venta de alcohol en los campos de fútbol.

El presidente de Formentera, Jaume Ferrer, se encontraba en el campo y, según los agentes que actuaron, «empezó a increpar a la plantilla [de la Benemérita] en tono despectivo, altivo y desafiante». Ante unas 40 personas, se dirigió a los guardias civiles: «Siempre estáis aquí molestando con lo mismo, yo he estado en Eivissa y en Mallorca y allí se puede beber alcohol sin problemas, esto es cosa mía, que para eso soy el presidente del Consell».

«Además», continúa el relato, «¿vosotros por qué venís aquí? ¡Venga! ¡Atreveos a denunciarme, denúnciame, denúnciame, ponme los grilletes, que vea todo el mundo cómo me detenéis y me lleváis al cuartel!».

Al parecer, no hay ningún tipo de denuncia cruzada en este caso, a excepción de la formulada por la Guardia Civil por, supuestamente, vender alcohol en el campo de fútbol.

«Dame tú los tuyos»

Los guardias le pidieron la documentación al presidente y, según los primeros, les dijo lo siguiente: «¡Tú no eres nadie para mis los datos y no te los pienso dar, yo soy una autoridad en Formentera y tu obligación es saber quién soy yo, mis datos están a disposición de la Guardia Civil (...) si quieres que te dé mis datos, dame tú los tuyos primero».

En el informe oficial se señala que, entonces, el agente dijo al presidente su número de placa, a lo que este respondió: «Eso no es nada, dime tu nombre». Finalmente, Ferrer «comunicó su nombre y apellidos de forma verba».

«Yo ya sé lo que tengo que hacer y voy a hablar con el subdelegado del Gobierno», anunció el presidente, según la Guardia Civil.