Varios coches ‘navegan’ por la avenida de Sant Joan, en dirección a Vila, inundada de agua.

La gran cantidad de lluvia y la fuerza del viento recordaron ayer en Eivissa y Formentera lo peligrosos que pueden llegar estos fenómenos, aunque, finalmente, no hubo daños graves que lamentar. Llovió como hacía mucho tiempo que no lo hacía, de forma que llegaron a caer hasta ocho litros por metro cuadrado en apenas diez minutos.

Donde más llovió fue en Formentera, donde entre las ocho de la mañana y las tres de la tarde cayeron 78 litros por metro cuadrado. En Sant Mateu fueron 44,6, 26 en el aeropuerto, 23,8 en Sant Josep y 35,8 en Sant Joan, informó María José Guerrero, delegada de territorial Aemet en Illes Balears, que indicó que la previsión es que las lluvia continúe a lo largo de hoy, por lo que estas cifras irán aumentando.

Pese a toda esta gran cantidad de agua, los bomberos no tuvieron que realizar salidas para efectuar achiques. En cuanto al túnel del aeropuerto, una parte se inundó por la tarde, la del Tapa Tapa, y quedó cerrada «por precaución», informaron desde la Policía Local de Sant Josep.

El agua también obligó a cortar temporalmente una parte de Ignasi Wallis y la entrada a Vila por la rotonda de Pachá. Igualmente ocasionó problemas en la en la rotonda de Jesús, tal y como se aprecia en la imagen. También hubo que cortar el túnel de Puig den Valls y hubo cortes intermitentes en la carretera de Cala Llonga. Por la tarde se registraron cortes intermitentes de electricidad en todos los municipios de Eivissa. El viento ocasionó más problemas que el agua. Llegó a alcanzar rachas de 85 kilómetros en el aeropuerto de Eivissa. En Sant Mateu sopló a 84, 77 en Sant Antoni y 61 en Sant Josep.

Numerosos árboles cayeron a tierra. En Vila, en Vara de Rey, las ramas de un árbol cayeron sobre un coche estacionado. La enorme fuerza del viento llegó a arrancar uno de los árboles que hay junto al hotel Montesol. Los bomberos tuvieron que retirar estos árboles y otros que se desplomaron en Santa Eulària y Sant Joan. En Santa Gertrudis los bomberos tuvieron que encargarse del tejado de una caseta de madera que salió volando por efecto del viento.

Aunque los puertos no cerraron, el tráfico entre Eivissa y Formentera sís se vio afectado. Baleària canceló todas las operaciones.

La previsión

Desde la delegación territorial de Aemet en Illes Balears señalaron que para hoy continúa la alerta naranja, pero únicamente por lluvia, ya que se espera que el viento no sople con fuerza ni en tierra ni en mar.