La mujer de 37 años acusada de homicidio por matar a su expareja de una cuchillada en el cuello el año pasado en Sant Antoni (Ibiza) alega que le clavó el arma para repeler una agresión sexual mientras el hombre la tenía encerrada en el coche.

En la primera jornada del juicio con jurado que ha comenzado hoy en la Audiencia de Palma, el abogado defensor ha subrayado que la acusada se vio en la «necesidad» de emplear el cuchillo que encontró entre los asientos del coche.

Por ello, ha adelantado que pedirá la absolución de su cliente, natural de Colombia, a la que ha presentado como víctima del acoso del hombre, con el que había mantenido una relación sentimental de seis años cuyo final él se negaba a aceptar.

El letrado ha sostenido que la mujer actúo en «legítima defensa» porque su expareja la intentó forzar en el interior del vehículo en el que la había llevado hasta un descampado y del que había bloqueado los seguros de las puertas.

«No quiso matarlo, ocurrió, pero no porque ella lo intentase», ha expuesto el abogado, para quien esto queda demostrado por el hecho de que «solo» le clavó seis de los veinte centímetros de hoja del cuchillo y que posteriormente contó su versión de lo ocurrido a sus compañeros de piso y se entregó a la Guardia Civil.

Sin embargo, la fiscal del caso, que reclama una condena de 12 años y 7 meses de prisión, ha expuesto ante el jurado popular que deberá decidir sobre la inocencia o culpabilidad de la acusada que la mujer pretendía reiniciar la relación a toda costa y que en sus declaraciones previas ha incurrido en varias contradicciones.

Entre ellas, ha indicado que aseguró que había forcejeado con el hombre que intentaba violarla pero no fue hasta seis días después, pese a los ofrecimientos anteriores para que se sometiera a una revisión médica, cuando informó de hematomas en el brazo izquierdo, pese a que acuchilló a su expareja con la mano derecha.

La representante del ministerio público, que ha subrayado asimismo que en las jornadas previas a la muerte del hombre la acusada le llamó una media de dieciséis veces al día, ha explicado que no la inculpa por asesinato porque no tiene pruebas de que llevara el arma homicida al coche, como sí sostiene la acusación particular.

El abogado que representa a la familia, que pide una condena de 20 años de prisión, ha asegurado que cree que la mujer llevaba el cuchillo en el bolso, porque varios testigos que subieron al coche horas antes afirman, y sostendrán en el juicio, que el arma no estaba donde la acusada dice que lo encontró.

Con el propósito de acabar con su vida, al estar despechada por la nueva relación iniciada por su expareja, la mujer le atacó por sorpresa con «brutalidad desmedida» y le dejó desangrándose en el coche, a pesar de lo cual el hombre arrancó el vehículo y lo condujo medio kilómetro en dirección a un centro de salud hasta que chocó con un árbol y murió desangrado, ha relatado el abogado.

El juicio proseguirá al menos durante la jornada de mañana y cuando concluya el jurado popular se reunirá para dictar un veredicto.