Martin Candioti el día que abandonó la prisión de Eivissa el 31 de mayo de 2012 tras un año dentro.

El juicio contra Martín Candioti, el apicultor acusado de ser el causante del incendio que asoló 1.500 hectáreas de la sierra de Morna en mayo de 2011, se celebrará finalmente en Eivissa los próximos siete y ocho de marzo de 2014. En él, este ciudadano argentino de 52 años se enfrenta a la pena de prisión de once años que pide para él el Ministerio Fiscal así como al pago de una indemnización de 232.091,16 euros al Govern por las labores de extinción del incendio.

Mientras esta fecha llega, Candioti sigue trabajando con las abejas, su gran pasión, y cuidando jardines en distintas zonas de la Isla. «A estas alturas ya no voy a deprimirme más pero reconozco que me va a costar de nuevo volver a enfrentarme al tema porque creo que hasta que no salga el veredicto y todo esto termine no voy a poder dormir tranquilo», confesaba ayer a Última Hora.

De momento, este apicultor tiene que ir a firmar todas las semanas a los juzgados de Eivissa y sigue sin poder salir de la Isla porque así lo requirió el juez cuando decretó su libertad provisional tras pasar un año en prisión en 2012. «Me ha dicho mi abogado que me acusan de un delito de incendio forestal por imprudencia grave pero yo sigo manteniendo y, lo haré siempre, que soy inocente y que mi único delito fue decir la verdad», explica, mientras asegura que es «un cabeza de turco a la que alguien utilizó para sus propios fines personales».

Afortunadamente Candioti asegura que no se siente sólo y que cuenta con un gran apoyo popular. «Realmente es increíble todos los que se han preocupado por mí, no sólo cuando estuve en la cárcel un año entero sin que se supiera que iba a pasar conmigo, sino cuando he salido y he intentado volver a rehacer la vida que llevaba antes de que todo esto pasara».

Parte de esta ayuda ha sido económica, principalmente por parte de la Associació d’Apicultors d’Eivissa que ha destinado tres mil euros para financiar el peritaje necesario para el juicio y para pagar parte del sueldo que cobra el abogado que está defendiendo a Candioti. «No tengo palabras porque la ayuda que me han prestado de forma desinteresada desde el primer momento en el que sucedió todo ha sido increíble y fundamental para que yo pudiera salir adelante en los momentos más complicados», finaliza.