Una de las casas 'okupadas' en ses Feixes.

Las cuatro muertes que se produjeron en la última noche 2013 no han pasado inadvertidas en Cáritas Diocesana. Dos de los fallecidos -un indigente víctima de un homicidio y otro de sus «participantes» fallecido a consecuencia de su maltratada salud- eran usuarios de la institución, así como el autor confeso del crimen y dos de los testigos del mismo. A estos hay que sumar dos personas que se suicidaron, uno de ellos un empleado de limpieza de unos apartamentos de la avenida Joan Carles I que se lanzó de un séptimo piso y la otra una mujer que se cortó las venas-, además de otros dos intentos de suicidio que fueron evitados in extremis por la policía. Se trató de dos varones que quisieron lanzarse al vacío y a quienes los agentes de policía lograron hacer cambiar de opinión.

«Para nosotros estas personas tienen nombre y apellidos, y celebraremos una misa por ellos», manifestó ayer el delegado episcopal de Cáritas Diocesana en Eivissa, Miguel Ángel Sánchez. «Lo ocurrido en Nochevieja debe ser un desafío para las instituciones ibicencas», advirtió el sacerdote, que recordó que ya hace mucho tiempo que «venimos alertando de la necesidad de contar con un centro para tratar a las personas con problemas psíquicos, porque nos los encontramos todos los días pero no sabemos dónde llevarlos».

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