El hombre, de origen magrebí, fue detenido por agentes de la Policía Nacional el pasado miércoles tras protagonizar la brutal agresión y puesto a disposición judicial.
El condenado, con diversos antecedentes judiciales por tráfico de drogas, ha quedado en libertad. Una de esas causas todavía está en vigor y ahora está a la espera de un requerimiento del juzgado de lo Penal para ingresar en prisión.
El ahora condenado fue detenido la noche de los hechos acontecidos en la en una edificiación inacabada y okupada en es Viver, en la calle Músic Fermí Marí. El agresor, molesto por los ladridos de los animales, accedió a la segunda planta y empezó a golpear la camada de ocho cachorros. La peor parada fue Luna. Este mestizo de pastor belga de poco más de dos meses salió disparada y cayó desde una altura de unos 15 metros. El impacto contra tierra le causó una fractura en su pata derecha trasera.
Luna fue trasladada en un primer momento a la veterinaria San Jorge donde le hicieron las primeras curas. Su responsable, Fernando Ribas, avanzó al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA que el cachorro deberá llevar una semana más el yeso en su pata derecha trasera pero «no le quedará ninguna secuela. Luna no se merece lo que le ha pasado», remarcó Ribas, quien mostró su satisfacción por la respuesta policial y judicial que ha tenido el caso. «Maltratar a un animal no puede salir gratis. Hay que proteger los derechos de los animales» sentenció. Tras realizarles las curas pertinentes y enyesarle su maltrecha pata, Luna fue derivada al Centro de Protección Animal de sa Coma que lanzó una llamada para su acogida. Apenas 24 horas después, la pequeña Luna ya tenía una familia de acogida que se encargará del cachorro mientras se prolongue su recuperación.
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