La Guardia Civil detuvo ayer a dos de las cuatro personas que ingresaron el sábado en el Hospital Can Misses por heridas provocadas con arma blanca en distintos apuñalamientos que sucedieron durante la misma jornada en Eivissa.

El último caso fue el de un ciudadano británico de 25 años, que se presentó herido en el retén de la Policía Local de Sant Antoni a las 20.00 horas del sábado.

Al parecer, según revelaron fuentes policiales, fue atacado con un arma blanca mientras se encontraba en el interior de un todoterreno que había alquilado y que en ese momento estaba estacionado en las inmediaciones del hotel Marco Polo, en la avenida Portmany, muy cercana a la sede policial.

Desde allí, el herido utilizó el vehículo para llegar al retén de la policía, donde se refugió de su atacante, que le persiguió en otro turismo. El agresor desistió de su hostigamiento y se dio a la fuga al constatar dónde le conducía la víctima.

Inmediatamente, el joven británico fue trasladado al Hospital Can Misses, donde se le atendió por heridas importantes en la cara, aunque también presentaba heridas más leves en el cuello y los brazos. Ayer por la mañana, el agredido pidió el alta voluntaria, pero la Guardia Civil procedió a detenerlo para aclarar las circunstancias de la agresión, que podría ceñirse a un ajuste de cuentas.

Fuentes hospitalarias indicaron que ese mismo día habían registrado otros tres casos de apuñalamientos, sin estar claro si guardaban relación entre ellos.

Dos de los heridos tenían heridas leves y fueron dados de alta rápidamente tras pequeñas suturas. Sin embargo, un tercero, de nacionalidad española y de 33 años, presentaba una herida más importante en la mano derecha, fue también detenido por la policía tras recibir atención médica.