Un enorme sentimiento de paz recorrió ayer toda la isla, de punta a punta, de norte a sur y de este a oeste, gracias a los centenares de escolares que participaron en los actos organizados en sus respectivos centros para conmemorar el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Hubo pancartas reivindicativas, lecturas de manifestos, bailes, canciones o carreras solidarias para recaudar fondos para proyectos en África pero sobre todo, mucha ilusión por intentar mejorar el mundo en el que vivimos.

Por ejemplo, los estudiantes del Colegio Puig d’en Valls se concentraron en torno a las doce de la mañana en la plaza de la localidad, uniformados con una camiseta blanca y con pancartas en las que se podía leer «la mar nos une y además navegamos todos juntos» o «navegamos todos juntos por la paz».

Su particular petición comenzó cuando todos, unidos por sus brazos, bailaron un emocionante swing de la pau en el que se pedía, entre otras cosas, «aprender a vivir con la persona que tienes al lado, no quedarse indiferente ante los conflictos, construir caminos que lleven a un mundo mejor, o regalar esperanza al que ha perdido toda la ilusión». Después, los representantes de los tres ciclos, 18 en total, leyeron ante una abarrotada plaza los lemas o poemas que habían compuesto en sus clases para conmemorar este día, y llevaron a cabo una marcha silenciosa guíada por el código de banderas que se usa en el mar, ya que el centro lo tiene como su tema anual. Finalmente, se liberaron dos palomas blancas y como perfecto colofón, todos unidos volvieron a cantar una nueva versión del swing de la pau.

Carreras solidarias

Casi al mismo tiempo, los alumnos del colegio Balansat de Sant Miquel leían sus respectivos manifiestos, también uno por curso, y comenzaban a prepararse para participar en la novena edición de su carrera Quilòmetres de solidaritat, cuyo objetivo es recorrer el mayor número de kilómetros posible para intercambiarlos por dinero que ayude a los proyectos que tiene la ONG Save The Children en el país africano de Mali.

Precisamente, al acabar la carrera se llevó a cabo un acto en el que un representante de la organización nombró al colegio Balansat como «Centro Embajador de Save The Children en la defensa y promoción de los derechos de los niños» en reconocimiento a todos los años que este centro lleva colaborando con ellos.

También se animaron a correr todos los niños que reciben clase en el colegio público Es Vedrà de Sant Agustí. Al igual que sus jóvenes compañeros de Sant Miguel éstos también lo dieron todo para intentar hacer muchos kilómetros alrededor de la improvisada pista ubicada en el patio del centro y así ayudar lo más posible a los niños de Save The Children.

Por otro lado, en Sant Antoni también hubo lectura de manifiesto. En este caso, los más activos fueron los estudiantes del Colegio de las Trinitarias de la localidad. Al igual que el año pasado, aprovechando el Día Escolar de la No Violencia y la Paz se volvieron a acercar hasta la puerta del Ayuntamiento, en pleno paseo marítimo, para leer un manifiesto y cantar una canción conmemorativa. Al igual que en los casos anteriores, la actividad volvió a ser todo un éxito ya que además de alumnos, profesores y demás miembros de la comunidad educativa cargados con pancartas y hasta un magnetófono, se desplazaron casi medio centenar de simpatizantes.

Puig d’en Valls, Balansat, Es Vedrá o las Trinitarias de Sant Antoni fueron sólo cuatro ejemplos del compromiso de los escolares ibicencos por la paz. Y es que al igual que ellos, casi todos los colegios de Eivissa realizaron actividades para pedir que cese la violencia en todo el mundo.