En total, 15 puestos ocuparon el paseo de s’Alamera, con librerías y editoriales locales que ofrecían todo tipo de obras, pero especialmente ejemplares sobre temas locales. También había floristerías, que invitaban a regalar una rosa -u otras plantas- y artesanos que exhibían sus productos a los visitantes.
Asimismo, también se organizó una gincana literaria juvenil en el propio paseo, mientras que la Sala d’Exposicions exhibía una serie de puntos de libro, procedentes del concurso anual que organiza la Biblioteca Municipal y en el que este año han participado 2.280 niños del municipio, y las fofuches literarias realizadas en el Club de Lectura Infantil.
Además, David y Monma protagonizaron un cuentacuentos en la misma Sala d’Exposicions, que seguidamente albergaría la entrega de premios a los 14 vencedores del concurso de puntos de libro.
Como en otras ediciones, la jornada se vio beneficiada por la coincidencia con la carrera Passeig a Passeig, que llenó el paseo de gente al mediodía.
Así, Mª Jesús y Gil, un matrimonio que reside en Sant Antoni, visitó la Villa del Río para «aprovechar el buen tiempo y comprar algún libro», decía ella mientras ojeaba un volumen sobre ‘Pels Camins’, una obra de la Federació de Colles de Ball i Cultura Popular d’Eivissa i Formentera.
Cerca de allí, Carmen atendía en el puesto de su floristería. «No está muy animada la cosa», afirmaba, aunque reconocía que había vendido casi la totalidad de las 150 rosas que había traído.
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