Javier Medori Morales no continuará en la disciplina del Club Bàsquet Sant Antoni para la nueva temporada en la LEB Plata debido a una lesión que sufre, que le impide jugar más y que fuerza su retirada del deporte que le ha dado tantas alegrías. El jugador ibicenco ha sido pieza clave en las diferentes etapas en las que ha estado en la entidad balear, en la que ha contribuido a su crecimiento en la parcela deportiva y desde la que se le echará mucho de menos. Unos problemas físicos le impidieron ya ayudar al conjunto isleño en el tramo final de la actual temporada, en la que los sanantonienses se clasificaron para su segundo ‘play-off’ de ascenso a la LEB Oro gracias también al trabajo de un infatigable Medori.

Desde el Club Bàsquet Sant Antoni han querido agradecer a Medori su implicación, compromiso y esfuerzo tanto dentro como fuera de la pista. «El pitiuso siempre ha destacado por su profesionalidad y gran compañerismo, siendo un integrante muy querido y respetado en la entidad portmanyina», han manifestado dese el club. Con los sanantonienses llegó en la Liga EBA y también ha estado en los dos primeros proyectos de la LEB Plata, siendo un baloncestista fundamental.

«Voy a poner punto y final a mi carrera. Ha sido muy bonito poder acabarla en las islas, sobre todo estos tres últimos años, desde el que empecé como el club en EBA, como los dos siguientes en Plata. En EBA entré a mitad de temporada por una lesión, luego el primero de Plata venía de Suecia y este último sí que lo pude jugar completo», explica Medori, para el que «es muy bonito poder acabar delante de los tuyos, en tu isla y con tu gente». «Esto era algo impensable hace unos años cuando no había un baloncesto de este nivel en la isla. Para mí ha sido algo muy especial», indica el deportista ibicenco, al que le hubiera «gustado ayudar más al club en el aspecto deportivo». «Creo que sí lo hice en el ascenso de EBA a Plata; y luego en Plata es cierto que era una categoría bastante exigente y a nivel físico iba ya un poco más tocado».

«Voy a estar ahí ayudando al club de la manera que sea posible y animando al Bàsquet Sant Antoni, que yo creo que es una entidad que lleva muy bien el nombre de la isla», apunta Medori, que recuerda que el baloncesto ha sido para él «fundamental». «Me hace ser la persona que soy a día de hoy. Me ha permitido viajar. He estado en Austria y Suecia, por varias partes de España como Guadalajara, Madrid y Galicia, entre otras. La mayoría de gente conozco es a través del baloncesto, que ha forjado un poco mi carácter», señala.

«El motivo del punto final es un tema físico y un tema laboral con la empresa familiar, y era algo a lo que le venía dando vueltas este último año. Yo creo que es una etapa que la he vivido y la he disfrutado al máximo. Ha sido muy bonito también mi paso por las selecciones españolas de categorías de formación en sub-16, sub-18 y sub-20, así como exitoso. También he disfrutado mucho con los 3x3 del circuito Herbalife», declara Medori.

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Asegura que «ha sido un placer» y da las gracias a «toda la gente» que ha conocido, acordándose de «entrenadores, jugadores, fisios y preparadores físicos». «Ha sido algo muy bonito para mí. Un abrazo grande», termina diciendo.

Trayectoria

Formado en el CB Sa Real, pasó al Centre de Tecnificació de les Illes Balears, desde el que fue después reclutado para el Estudiantes, con el que jugó en la Liga EBA. Recaló posteriormente en el CEBA Guadalajara, en el que estuvo varias temporadas en la LEB Plata y conquistó la Copa de la división en el curso 2012-13. En la tercera categoría del baloncesto masculino nacional también participó con el Marín Peixegalego. También estuvo varias campañas en el Imprenta Bahía mallorquín, tanto en EBA como en la LEB Oro. Igualmente jugó en el extranjero, con los Dornbirn Lions (en Austria) y con los Trelleborg Pirates (Suecia).

Con las selecciones españolas de base logró el oro en el Europeo sub-16 de 2009, medalla que repitió con la sub-18 en 2011. Además, con el combinado nacional sub-20 obtuvo el bronce en el Europeo de 2013.

Ahora, cerca de cumplir 30 años el próximo 15 de julio, el alero se aleja, al menos en el ámbito profesional y semiprofesional, de un deporte que se lo ha dado todo.