El trabajo que se ha hecho desde Eivissa en lo que se refiere a dependencia ha sido «encomiable». Lo dijo ayer la secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, que estuvo ayer en la isla para visitar la residencia de Cas Serres.

Números. Camarero, aún algo despistada con las cifras (dio las de Balears como si fueran de las Pitiüses) dibujó un escenario que invita al optimismo y que luego concretaron desde el Consell d’Eivissa. El número de dependientes ha aumentado un 62% desde 2011 en Balears y que a lo largo de los últimos doce meses la cantidad de beneficiarios del sistema de atención a la dependencia se ha incrementado en el Archipiélago de 11.000 a 11.500 personas. En Eivissa el aumento se sitúa en el 36,91%, hasta las 1.072 personas.

Lista de espera. En cuanto a la lista de espera, se ha reducido en Balears en casi 2.000 personas, lo que supone un descenso del 72% respecto al inicio de la legislatura en 2011, mientras que en Eivissa la bajada es de un 62% y en Formentera de un 56%. Datos magníficos que hacen pensar que la situación de este colectivo ha mejorado substancialmente, aunque la tendencia es a convenir que los esfuerzos nunca son suficientes

Un colectivo sensible. Todos los colectivos que requieren de la intervención decidida del Estado es porque realmente lo necesitan, pero el caso de las personas dependientes es especialmente grave. Por ello, no se pueden escatimar recursos. La vida de esas personas y de los familiares, amigos y profesionales que las cuidan será más llevadera a medida que las instituciones inviertan en ellos, en su bienestar, en su dignidad. Por lo tanto, cabe celebrar esos buenos datos que aportaba Camarero, pero nunca bajar la guardia. Gobierne quien gobierne, los políticos tienen ahí una gran responsabilidad.