La inversión territorializada del Estado prevista para 2016 en Balears vuelve a ser decepcionante. El incremento de 20,84 millones, hasta alcanzar los 159,29 millones, es insuficiente para mejorar la financiación por habitante, que en el caso de las Islas se sitúa a la cola de todas las comunidades, sólo por delante de Canarias. Apenas 144,36 euros por cada ciudadano, muy lejos de los 581,7 euros de los castellanoleoneses; y eso que para el próximo año la aportación desciende en 293,03 millones de euros. Esta es la sucinta radiografía de los Presupuestos Generales del Estado que ha redactado el Gobierno para el próximo año en Balears.

Tráfico aéreo y marítimo. Las grandes inversiones del Estado se centran en las infraestructuras relacionadas con el tráfico aéreo y marítimo, aeropuertos y puertos de Balears. Un total de 107,2 millones de euros destina el Gobierno a inversiones en este capítulo presupuestario, mientras que por departamentos es el Ministerio de Agricultura el único que acumula una aportación presupuestaria significativa: 45,2 millones de euros para la construcción de depuradoras. La pobreza inversora del Gobierno se acumula, otro año más, al déficit financiero de la autonomía balear. El problema, lejos de resolverse, se agrava para el 2016 con el proyecto de Presupuestos Generales que el Gobierno envió ayer al Congreso de los Diputados para su tramitación.

Factor electoral. La inminencia de la convocatoria de las elecciones que pondrán fin a la legislatura no ha podido dejar de influir en la redacción de los Presupuestos Generales, un tinte electoral del que el Gobierno del Partido Popular tratará de sacar rédito en la cita con las urnas en algunas comunidades que salen beneficiadas con estas cuentas públicas. La realidad de los números referidos a Balears es obstinada. Nada cambia, nada mejora en el trato financiero a las Islas, que siguen injustamente castigadas, desde todos los frentes, por parte de la Administración central.