Las expectativas para Balears en el inicio de una de las ferias turísticas más importantes, la World Travel Market, que tiene lugar en Londres, no pueden ser más positivas. La fortaleza de la libra esterlina y la incertidumbre en buena parte de los destinos competidores en el Mediterráneo mantienen el aliciente de las Islas para el mercado británico. Sin embargo, el escenario también tiene unos aspectos que la delegación balear deberá explicar con detalle para frenar las reticencias iniciales a la implantación del impuesto sobre los alojamientos turísticos, la ‘nueva’ ecotasa. El potente sector hotelero tiene, en los grandes mayoristas, a sus principales aliados.

Convencer, no imponer. La gran baza que tiene el Govern ante el gran escaparate que significa la World Travel Market, auténtico mercado turístico mundial, es argumentar y convencer de la necesidad de implantar en Balears un tributo como la ecotasa cuya recaudación tendrá, así se ha informado al sector, como principal objetivo la mejora global de nuestro destino. Sería un error que los interlocutores llegasen a la conclusión de que el impuesto es una medida contra la industria turística de Balears, la principal fuente de riqueza de la Comunitat. En Londres, el Govern debe saber transmitir los valores positivos de la que será una de sus medidas estrella durante la legislatura.

Temporada excepcional. A tenor de las primeras impresiones que llegan desde la World Travel Market, el próximo 2016 tiene visos de mantener, como mínimo, la excepcionalidad de la campaña turística de este año. El optimismo, la euforia si se quiere, puede ser comprensible pero esta sensación no debería ocultar la existencia de algunos problemas estructurales en nuestra oferta turística que merecen ser atendidos, tanto desde la Administración autonómica como desde el propio empresariado. Desaprovechar las coyunturas favorables puede que se tenga que lamentar en el futuro.