Muchos analistas y dirigentes políticos hablan de una solución política en Cataluña para desbloquear el clima de tensión que se vive desde hace días. ¿Realmente hay alguna solución posible al conflicto catalán? ¿Se resolvería con un cambio en la Constitución tal y como plantean dirigentes como Pedro Sánchez? Llegado al punto actual parece complicado que se alcance algún tipo de acuerdo para solucionar el conflicto, cuyo final perjudicará tanto al Govern catalán como al Gobierno de Mariano Rajoy. De hecho, el Ejecutivo nacional ya puede sufrir una consecuencia grave que es el no apoyo del PNV a los presupuestos del año que viene, lo que obligaría a prorrogar las actuales partidas.

Cambiar la Constitución. Cuando se habla de reformar la Constitución se plantea de forma difusa y poco clara. Armengol apoya un Estado federal, pero ¿qué significa realmente? ¿Sería muy diferente al Estado de las autonomías? Parece que no, pero hablar de un estado federal ha servido durante años al PSOE para intentar mantener la equidistancia en el conflicto catalán. El estado federal, por el contrario, podría aumentar las desigualdades entre las distintas autonomías. De hecho, expertos en Derecho Constitucional han dicho que hay pocas diferencias entre un estado federal y un estado de las autonomías como el español. Además, ¿se conformarían los catalanes con la formación de un estado federal? Parece improbable. Cataluña ha llegado a tal punto que solo acepta desvincularse de España, sin calcular las consecuencias económicas y políticas, al margen de que dejaría de pertenecer a la Unión Europea.

Negociación urgente. Es urgente que ambas partes se sienten a negociar. Que el Gobierno central haga un esfuerzo para entender las pecularidades de Cataluña, pero sin perjudicar al resto de regiones españolas. No parece que la mejor solución sea tampoco dar a los catalanes más dinero en perjuicio de los demás. En este contexto, tampoco benefician demasiado ni las declaraciones de determinados políticos ni, por supuesto, el clima de tensión que se vive en las calles de Cataluña.