Aena hacía públicos ayer los datos de movimientos del aeropuerto de Ibiza del pasado año. Sin duda, las cifras demuestran el constante incremento de pasajeros que registra el aeropuerto ibicenco, que lo sitúan como uno de los de mayor tráfico durante los meses de temporada alta. En 2017 pasaron por el aeropuerto ibicenco un total de 7,9 millones de viajeros, lo que supone un incremento del 6,6 por ciento respecto al año anterior. De ellos, según datos de Aena, 3 millones han sido pasajeros nacionales, un 7,4 por ciento más que en el año anterior, y el tráfico internacional ha crecido un 6,2 por ciento, sumando 4,8 millones de pasajeros.

Cifras positivas.
Estos datos de récord pueden tener varias interpretaciones. Los ecologistas y algunas formaciones políticas considerarán que el aeropuerto de Ibiza debería poner límite al número de pasajeros, y seguramente se llevarán las manos a la cabeza ante estos datos que son de récord. Pero hay que hacer una lectura positiva. El mayor incremento de pasajeros se registró en los meses de noviembre y diciembre, concretamente un 18,7 y 22,3 por ciento, respectivamente, lo que demuestra que se está alargando la temporada turística y, además, que se está produciendo un mayor movimiento con destinos nacionales. El aumento de los descuentos de residentes, que pasaron del 50 al 75 por ciento, es un gran aliciente para que los ciudadanos de otras islas viajen a Ibiza. Los datos de estos meses, habitualmente con poco movimiento, son una constatación de que se está produciendo una reacción en favor del turismo de invierno en las Pitiusas.

Mantener el equilibrio.
Es una evidencia que Ibiza soporta en julio y agosto una gran presión humana, que muchas veces se hace insoportable para los residentes, pero no hay que olvidar, y lamentablemente algunos lo hacen de forma recurrente, que la industria turística es la principal, por no decir la única, actividad económica de los ciudadanos de estas Islas. Pero es importante subrayar que hay elementos que demuestran que se están reactivando los meses de invierno. Y eso, digan lo que digan, es positivo, de la misma forma que hay que destacar la celebración de congresos en temporada baja.