Las sucesivas medidas que ha venido adoptando la Conselleria de Salud en el municipio de Ibiza, primero confinamiento perimetral y después el cierre de la hostelería a las 22 horas, han fracasado en su intento de contener la pandemia. Primero, porque el índice de contagios en la ciudad, tras una primera leve bajada en la primera semana, se ha mantenido estable y, según los datos ofrecidos ayer, está en 319 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos 15 días. Que en los últimos siete el índice se sitúe en los 176 significa que lejos de contenerse sigue subiendo. No toda la responsabilidad es del Govern, no obstante, ya que la población de la ciudad ha contribuido a que dicho fracaso se haya consumado, ya que somos los ciudadanos los que transmitimos el virus, si no cumplimos las medidas de seguridad.

La expansión en toda la isla.
La consecuencia más grave de no haber decidido un confinamiento perimetral en todo el municipio de Vila y haber apostado por hacer solo un «intenso» llamamiento a la población y haber cerrado la hostelería a las 22 horas ha sido el efecto expansivo del virus en toda la isla, ya que todos los municipios presentan peores indicadores, salvo Sant Josep. De los datos ofrecidos ayer, se deduce que el virus se ha trasladado a las zonas limítrofes y con él, el foco del problema ha pasado a Sant Antoni, municipio que logró una notable reducción con el confinamiento perimetral de parte del centro, lo que permitió el levantamiento de las restricciones particulares y ahora es el que presenta peor situación. El portavoz del Comité de Enfermedades Infecciosas, Javier Arranz, admitió ayer que la movilidad está detrás de estos incrementos.

Aprender de la lección.
Según confesó la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, en el programa Bona Nit Pitiüses emitido ayer en la TEF, los alcaldes de la isla trasladaron al presidente del Consell d’Eivissa, la necesidad de no volver a caer en el mismo error. Quieren, con razón, los primeros ediles que las medidas que se adopten a partir de ahora sean homogéneas, o al menos tengan en cuenta la realidad insular para evitar lo que ha sucedido en las últimas semanas. Parece que el Govern ha aprendido la lección y no tomará decisiones unilaterales sin consular como hasta ahora.