El Ayuntamiento de Vila ha decidido, por fin, abrir un expediente al Govern por el mal estado de la depuradora de Ibiza, que provoca vertidos incontrolados en el torrente de sa Llavanera. Después de muchos meses de mirar hacia otro lado, y de una denuncia contra Ruiz ante la Oficina Anticorrupción de por medio, finalmente el Ayuntamiento de Vila ha decidido asumir sus competencias y tomar medidas. Porque aquí de lo que se trata es de defender a los ciudadanos de Vila que tienen que soportar los vertidos de fecales en sa Llavanera mientras se espera la apertura de la nueva depuradora de Sa Coma.

Ejercer las competencias

No tenía ningún sentido que el gobierno municipal de Vila no interviniese durante tanto tiempo cuando los vecinos han venido denunciando los vertidos provocados por la depuradora en sa Llavanera. Ni siquiera que el Govern sea del mismo color político que el de Vila justificaba esta inacción, que posiblemente hubiese podido tener consecuencias judiciales en contra del gobierno de Vila.    Porque nadie comprende que el Ayuntamiento de Vila sí abriese un expediente al matadero por los vertidos de hace un mes y, en cambio, mirase hacia otro lado con la depuradora.

La nueva depuradora, urgente

Todo el mundo sabe que el problema es que la actual depuradora está totalmente desfasada desde hace años y funciona de milagro, pero recordemos que el alcalde de Vila, Rafa Ruiz, llegó a culpar al Ayuntamiento de Santa Eulària del problema, mientras Francina Armengol responsabilizó al Consell d’Eivissa de que no se pudiese acelerar la puesta en marcha de la nueva depuradora. Cualquier mensaje era útil políticamente para Ruiz y Armengol para no presionar al Ministerio de Transición Ecológica para que acelere la puesta en marcha de la nueva depuradora. Con un problema así no puede hacerse política partidista. Es un tema que tiene que estar por encima de partidos, pero lamentablemente se ha perdido demasiado tiempo. Y así no se arreglan los problemas.