Este periódico publicaba este lunes un titular que debería avergonzar a muchos de los políticos que han gestionado ayuntamientos en los últimos años. Uno de cada tres litros de agua potable que circula por las redes públicas se pierde, se despilfarra y se derrocha sin que nadie haga nada ni diga nada. Si usted tiene una fuga en su casa, o en su comunidad de vecinos, es más que probable que en un par de días, o en una semana como máximo, el problema esté arreglado. En las instituciones se funciona de manera diferente. Incluso sabiendo que existe el problema, no hacen nada. O muy poca cosa. La paradoja es que mientras los políticos piden a los ciudadanos que sean responsable con el uso del agua, que no malgasten con demasiadas duchas, que limiten el lavado de sus vehículos para no derrochar agua o incluso que escatimen en el riego de los jardines, el suministro se pierde por la red municipal. Y, además, en cantidades industriales.

Lo peor de todo es que el informe que ha publicado Periódico de Ibiza y Formentera elaborado por el Govern no cambiará nada. Todo seguirá igual y no esperen un plan urgente para solucionar las fugas del suministro por parte de los distintos ayuntamientos de Ibiza, sobre todo el de Sant Josep, campeón de campeones a la hora de perder el agua potable por las tuberías. No sé si llamarlo ineptitud, incompetencia o irresponsabilidad, pero en lugar de pasarse una legislatura hablando del pasado, de lo mal que lo hicieron los que gobernaron antes, harían bien en tomarse en serio el tema del agua e impulsar un plan en varios años para suprimir las fugas. Como dicen ellos, es un recurso limitado, lo mismo que el nivel de competencia de la mayoría de los políticos.