Ante el presente que estamos sufriendo y el complicado futuro que nos espera, no hay más reacción que esperar que la lealtad y la unión. Solo con lealtad absoluta al conjunto de la sociedad que tanto esta sufriendo y la unión de todas las fuerzas implicadas; se podrá acabar venciendo a la pandemia que nos esta golpeando.

Sin duda ninguna lo prioritario ahora mismo es hacer todo lo posible para controlar el efecto de la pandemia y conseguir cuanto antes doblar la curva y que las cifras de afectados y fallecidos sean claramente decrecientes. Buscar la formula para conseguir este objetivo cuanto antes, es en lo que todos sin excepción deberíamos estar centrados ahora mismo. Tirar todos y a una del carro, es lo que nos permitirá luchar con mayor eficacia contra el indeseable covid-19.

Pero si la situación ahora mismo es tremendamente complicada, no lo será menos cuando el problema sanitario se resuelva, la situación se estabilice y tengamos que hacer frente al complicado panorama que esta batalla que se esta librando contra en coronavirus, nos habrá dejado.

El futuro inmediato que se nos avecina es tremendamente complicado. Esta lucha afectará muy negativamente a nuestra economía. Muchas empresas tendrán enormes dificultades para retomar su actividad; actividad que se ha visto paralizada durante demasiadas semanas. Lo mismo ocurrirá con el pequeño comercio, que también vera mermada su capacidad de reacción.

Por todo ello y desde las administraciones públicas se deberán afrontar los próximos meses con un talante muy distinto al que todos los partidos políticos están acostumbrados. Serán necesarios sacrificios por parte de todos; habrá que aparcar los respectivos idearios de partido y centrarse en todo aquello que sirva para relanzar de nuevo nuestra economía, aportando todo tipo de ideas y propuestas que puedan servir para superar la que seguramente será la situación más complicada de los últimos tiempos.

Serán necesarias aportaciones de todo tipo, ya que habrá que atender tanto a las empresas, como a los trabajadores. Sin duda, ante este panorama lo más efectivo sería aunar esfuerzos y aparcando las confrontaciones políticas, llegar a conseguir un pacto de todas las fuerzas políticas democráticas.

La gravedad del asunto al que se está enfrentando hoy en día nuestro país y el incierto futuro inmediato que nos espera, hacen necesario poder llegar a acuerdos de todas las fuerzas, en benefició de nuestra sociedad. Y en esta linea debería ir la propuesta que recientemente hizo el Presidente del Gobierno al resto de fuerzas políticas, como es la mesa para la reconstrucción. Una mesa de este tipo requerirá de cesiones por parte de todos, tanto por el gobierno, como por la oposición; pero ante todo hará falta capacidad de trabajo en beneficio del interés general. Voluntad de aportar, no de dinamitar. Voluntad de colaborar, no de obstaculizar.

Pero ademas, un acuerdo de este calibre, debería poder aportar resultados de forma rápida, no puede ser una mesa de trabajo a largo plazo; hace falta un consenso ya. Desafortunadamente, parece que el principio de acuerdo alcanzado hace unos días por Pedro Sanchez con el PP, no va exactamente en esta linea, o al menos eso es lo que cabe entender de las intenciones que parece ser tienen Pablo Casado y los suyos, respecto de la futura comisión parlamentaria que se creará.

Dicha comisión, en lugar de trabajar para la reconstrucción económica y social de nuestro país, parece que acabará dedicándose más a fiscalizar y controlar al gobierno. Ese no es el camino que hace falta, el escenario en el que habrá que moverse será complicado y lo que harán falta serán propuestas y consensos, no piedras en el camino de la reconstrucción. Se trata de colaborar, no de entorpecer.

Hacen falta más dirigentes de nivel y menos trileros, por lo tanto cabe esperar que el PP abandone la táctica de la confusión y que el gobierno de Pedro Sanchez no caiga en semejante engaño y retome la senda de una verdadera mesa de reconstrucción; que no es lo mismo que una comisión de control, ni de investigación.