Hola muy buenas. Soy el carril bici que cubre a lo largo de unos 900 metros la avenida Isidor Macabich de Vila aunque hay quien dice que soy un poco más largo ya que me incluyen también el trayecto que hay en la avenida Bartomeu Roselló.

No les falta razón quienes así lo entienden porque somos casi iguales, casi como hermanos, y solo nos separa un pequeño tramo cuando cruzamos con la avenida Ignasi Wallis, y apenas nos diferencia que el de Roselló es un poco más antiguo y que por algún que otro problema con nuestro creador tuvo que hacerse prácticamente dos veces. Tenemos las mismas señalizaciones de protección con la carretera, el mismo color rosado aún en muy buenas condiciones, un asfaltado que razonablemente agarra bien y desliza poco y los carriles de subida y de bajada en el lado izquierdo de la calzada con nuestras correspondientes señales de ceda el paso en el suelo y los semáforos que se van poniendo rojo y verde según el momento para que nuestros usuarios se detengan o sigan camino.

Y por supuesto cuando llega el verano los dos carriles tenemos muchos ejemplos de usuarios que no cumplen con las normas o que sencillamente pasan de nosotros. Es algo que no acabaré de entender nunca del ser humano. Se pasan los años pidiendo que nos construyan en la ciudad con el fin de hacer el acceso a las mismas mucho más sostenible y cómodo, para evitar que los coches lo invadan todo como aún sigue pasando y para que la contaminación no aumente, y cuando por fin llegamos, nos hacen bien, somos bonitos y operativos hacen como si no estuviéramos o no nos tienen el respeto que merecemos.

Y es que son muchos los problemas que nos encontramos en nuestro día a día. Por ejemplo, ciertos usuarios que circulan por mi trazado, tanto de bicicleta como con patinete eléctrico, no se detienen dónde está indicado y en muchas ocasiones circulan sin importarles que haya un carril para los que suben y otro para que los que bajan y que no es bueno ir muy rápido porque son algo estrechos. Además, como todo en el código de circulación, las señales sean cuales sean hay que cumplirlas y si el semáforo indica una bicicleta en rojo aunque te fastidie debes parar para evitar una desgracia con el resto de vehículos de la calzada y también para que la gente no piense que todos los usuarios de los patinetes son iguales. Ah, y por descontado, aunque hay quien se cree más listo que el resto, los carriles bici no somos para otros vehículos como algunas motos que intentan acortar trayecto para llevar su mercancía en el menor tiempo posible.

Y también está el efecto contrario. De los que nos usan para todo a los que directamente hacen como si no existiéramos. Esos que cruzan la avenida Isidor Macabich por donde les da la gana pasando olímpicamente de que a unos metros haya un paso de cebra con su consiguiente semáforo. No sé si lo hacen por ahorrar unos segundos tan importantes de su vida, por andar unos diez o doce metros menos o simplemente porque no les da la gana, pero no se dan cuenta que están poniendo en peligro a los que vienen por un lado y por el otro y además, muchos, como ya estoy harto de ver, cuando se les indica con timbre que no lo están haciendo bien responden generalmente con un insulto en su consiguiente idioma. Eso cuando no cruzan directamente en grupo y entre risas o mirando el teléfono móvil como si lo que hubiera en sus pantallas fuera mucho más importante que seguir viviendo. Incluso, he visto, como hay quien decide hacerse una foto para una red social con los pies dentro de mí intentando captar el mejor ángulo de lo que tienen alrededor sin ser consciente de que pueden ser llevados por delante o que simplemente no estoy para eso. En muchos casos ya no es un tema de ignorancia sino de mala educación porque me diferencio mucho del resto con mi color rojizo y mis señalizaciones particulares.

Tengo claro que no soy el mejor carril bici del mundo y soy consciente que tengo mucho margen de mejora pero me mantengo en muy buena salud, cumplo mi función muy bien y ahora que he conseguido ser útil, solo pido ser más un poco más respetado. Que se me tenga en cuenta, que se sepa para qué he sido creado y cuál es mi función, porque solo así seguiremos creciendo como sociedad y como ciudad. Y por último háganme un favor, no conviertan este texto o esta pequeña carta en un alegato político de unos y de otros, para apuntarse el tanto los que lo hicieron y ahora los que lo mantienen. Por favor, manténgame al margen de todo esto.

Muchas gracias.

Firmado: Carril Bici de la Avenida Isidor Macabich a 23 de junio de 2023 en la ciudad de Ibiza.