El Consell de Formentera exige a la Delegación del Gobierno en Baleares, que dirige la socialista Aina Calvo, que cumpla con su obligación y se haga cargo de las embarcaciones que arriban a las costas de la isla repletas de migrantes procedentes de Argelia. Ya que no son capaces de retornarlos al lugar de donde partieron, por mor del cambio de política del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en materia del Sáhara Occidental, al menos que retiren las pateras, que ya está bien. El Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos, que presume de solidaridad con el pueblo saharaui, amén de vulnerar la legislación internacional con su apoyo al plan de Marruecos de atribuirse la soberanía del antiguo protectorado español y dotarle (eso habrá que verlo) de autonomía, cabreó sobremanera al gobierno del presidente Abdelmadjid Tebboune, de tal forma que las relaciones entre España y Argelia están congeladas. Desde junio de 2022, Argelia tiene suspendido el acuerdo de amistad, buena vecindad y cooperación suscrito entre los dos países 20 años atrás. Desde entonces, las embarcaciones que parten de las costas de Argelia con inmigrantes que llegan a Baleares de forma irregular, se ha multiplicado exponencialmente. Y lo peor es que la inmensa mayoría de los que consiguen su objetivo de llegar a territorio español, quedan en libertad ya que no se les puede devolver porque Argelia no los acepta. Un auténtico efecto llamada, que además provoca que muchos más perezcan en el intento al naufragar sus embarcaciones. Estas pateras es lo que Formentera reclama que Aina Calvo retire, porque dejarlas allí, a merced de las olas y del viento, pues como que no es muy respetuoso con el medioambiente, que digamos. Y ya de paso, que ponga más guardias civiles a vigilar la inmigración ilegal; y que les paguen más a través del plus de insularidad. Vamos, que haga su trabajo.