El ruedo sabe que el presidente en funciones miente como el buey muge. La amnistía que ya defiende abiertamente no es, como dice, en nombre, interés y convivencia de España. Es en nombre de Sánchez, interés de Sánchez y convivencia a corto plazo de Sánchez con los que pretenden romper España. Un precio fabuloso para mantenerse en el poder, tan estratosférico como los cohetes para ricos de su «querida Yolanda».

El sentido de Estado se lo pasa el dottore monclovita por el arco de triunfo con soberbia caradura, aunque otros doctores afirman que es psicopatía de libro de un ego galopante que solo acepta como válido el culto a su persona.

Pero en realidad el presidente en funciones carece de personalidad más allá de la subitaneidad del tránsito. Sus cambios de rumbo, opinión, tremenda cursilería, ausencia de estilo, etcétera, solo pueden atraer el culto de pobres de espíritu, volátiles admiradores de chulopiscinas o cándidos prostitutos obnubilados por la erótica del poder. Y por supuesto la atención de los pícaros celtíberos que maman de la teta pública, mafiosos independentistas incluidos.

Su tan cacareada resiliencia demuestra que carece de límites. El caradura o el psicópata solo ven su propio interés o personal realidad. ¿Juega sucio conscientemente? Antes de las elecciones se mostraba convencido contrario a su órdago actual. Tampoco nos pilló desprevenidos. Carmen Calvo ya alumbró con eso que el candidato y el presi no son la misma persona. Luego estamos ante un multipolar.

Ahora anuncia una encuesta entre socialistas para obtener un cheque en blanco para sus maniobras en la oscuridad. Supongo que la mayoría socialista preferiría que pactase con el PP por el bien de España. Pero esa es la única línea roja que no le interesa.