La que se ha montado con lo del «Relator». Tenemos una democracia tan poco dada a negociar, que hemos tenido que recurrir a la RAE para saber que un relator es: «Persona que en un congreso o asamblea hace relación de los asuntos tratados, así como de las deliberaciones y acuerdos correspondientes». Pablo Casado fue el primero en indignarse con lo del relator para manifestar que: «Es lo peor que ha pasado en España desde el 23-F. Es una felonía». Qué bonito rescate de un término propio del régimen feudal para referirse a Pedro Sánchez. Casado añadió otros adjetivos para referirse a su rival: «traidor», «ilegítimo», «felón», «irresponsable», «incapaz», «desleal», «mentiroso compulsivo», «inocente», «mediocre». Buen rollito.

En el propio PSOE las cosas no fueron mucho mejor. Algunos «barones» se desmarcaron de la propuesta, mientras la vicepresidenta, Carmen Calvo, huía del marrón diciendo que el relator sólo «convocaría y tomaría nota». Más tarde volvía a justificarlo como «alguien que puede ayudar a hacer el trabajo. No tiene más». Calvo no consiguió convencer a Casado, Rivera y Abascal de la poca trascendencia del relator y estos acabaron convocando una manifestación.

Los bancos no han devuelto un duro de los sesenta mil millones de euros del rescate, las pensiones, la sanidad y la educación están bajo mínimos, y en este país se convoca una manifestación porque unos quieren dialogar. A ver si el problema va a ser que las partes implicadas se sienten a negociar, con o sin relator. Y con la que se ha montado, a ver quién es el guapo que recoge el guante para hacer de relator. Vamos a pensar: alguien de prestigio intachable, totalmente neutral en el asunto, con enormes cantidades de paciencia y anchas espaldas para soportar las duras críticas. Difícil lo veo. ¿Y usted?