Juan Manuel Costa.

Juan Manuel Costa (Formentera, 9 de julio de 1973) es licenciado en Administración y Dirección de Empresas en la especialidad de Turismo y tiene un master en Gestión Turística. Desde 1997 trabaja en la empresa familiar fundada por sus abuelos (Paya Hotels) y, desde hace poco más de un año, preside la Asociación Hotelera de Formentera. Con él, analizamos la temporada que está acabando para los hoteles de Formentera.

— ¿Cuál es el balance que pueden hacer de la temporada que estamos acabando?
— Podemos decir que ha sido una buena temporada teniendo en cuenta que salimos de una pandemia con dos años pésimos para el sector y por ta ahora volvemos a las cifras de la normalidad. No estamos en las cifras de 2019 ni de 2018, que fue la mejor temporada que recuerdo; estamos un poco por debajo de esas fechas. Lo que sí podemos decir es que la temporada se sigue apuntalando en los meses de julio y agosto donde crecemos en números, pero caemos durante el resto de meses. La lucha por alargar la temporada en los meses de los extremos está fallando.

— ¿A qué atribuye que no se consolide la oferta de mayo a julio y septiembre y octubre?
— No me atrevo a decir cuál es el motivo porque es un análisis que tenemos que hacer todo el sector y la Administración. Creo que nos tenemos que sentar y descubrir qué está pasando y qué es lo mejor que podemos hacer. La comisión de promoción turística es quien debe plantear este asunto sobre la mesa, abrir un debate en el que todos podamos hablar y opinar para sacar unas conclusiones que se plasmen en un documento de trabajo para el futuro.

— Estamos viviendo un tiempo de cambios en el turismo de Formentera. ¿Cree usted que el sector está preparado para este nuevo rumbo?
— Creo que el sector privado y la administración no vamos acompasados. El sector privado está haciendo una apuesta importante por la calidad, reformando sus establecimientos hoteleros y restaurantes y la Administración también apuesta por esa mejora del destino. Pero falta esfuerzo por su parte para que todo esté preparado y a punto el día 1 de mayo que da inicio oficialmente la temporada turística. Este año lo hemos vuelto a sufrir, como cada año, con obras en un lado y otro, los kioscos sin abrir, la posidonia muerta sin recoger, etc. En estos momentos estamos teniendo un turismo de mucha calidad, que no habíamos tenido nunca en la isla y vemos cómo hay cosas que siguen sin funcionar desde hace años, como el transporte público, la recogida de basuras o la limpieza de playas. Problemas que se repiten año tras año y que se van agravando y va en contra del esfuerzo que decía antes por parte del sector privado.

— Cuando habla de turismo de calidad, ¿habla de turismo de lujo?
— No tiene por qué; hay de todo. Se han hecho algunos establecimientos de lujo, pero el pequeño hotel que se ha reformado ha mejorado su servicio de restauración u ofrece servicios que antes no tenía y también está haciendo crecer el nivel de calidad de nuestros turistas. Buscamos visitantes respetuosos con el medio ambiente, el entorno y nuestra cultura y costumbres y que quiera vivir la Formentera auténtica, eso es un turismo de calidad.

— Se está hablando mucho del cambio de modelo turístico. Muchos establecimientos de tradición familiar están pasando a manos de fondos de inversión o empresas multinacionales. ¿Qué opinión les merece este nuevo contexto?
— Eso lo marca simplemente el mercado y las propias personas que intervienen. Cuando una familia decide alquilar o vender su negocio, un hotel, un restaurante o una tienda, es una decisión suya y totalmente respetable. Y si lo vende a una persona o a un grupo inversor será buscando la mejor oferta para sus intereses. Como digo, eso lo regula el mercado. Otra cosa es si la gente de Formentera estamos preparados para continuar en ese nuevo rumbo y tenemos una vocación real para dar continuidad a esos negocios, eso también lo deberíamos analizar. Las cosas son como son. Creo, sinceramente, que hasta ahora hemos vivido en en Formentera, pero no iba a ser así para toda la vida. Es algo que tenía que pasar, cuando el capital descubre lugares nuevos quiere participar y estar presente en un mercado como el que actualmente ofrece Formentera. Hablando claro, en este momento la isla es un caramelo y todo el mundo quiere estar presente, como es normal.