Sin incluir el nicho, el servicio de enterramiento más modesto sale por 3.532,12 euros en Eivissa. | Irene G.Ruiz

La vida en Eivissa es cara, pero la muerte también, y en Formentera, como todo, aún más. Morirse en Mallorca resulta más barato que en Eivissa, lo cual puede parecer lógico, ya que es una Isla con mucha más población y, por tanto, más servicios, lo que genera competencia y un sano abaratamiento de costes. Pero es que en Menorca, con menos población que Eivissa, también es más barato, porque hay más servicios. ¿Qué pasa en Eivissa? Pues que solo hay una funeraria, una situación de monopolio que permite mantener unos precios muy por encima de la media.
Un entierro modesto: ataúd básico, velatorio en el tanatorio, traslado en coche fúnebre a la iglesia y al cementerio, responso en la capilla, velatorio y dos coronas sencillas. En Palma, a través de la funeraria municipal, 1.700 euros. En Sa Pobla, también en Mallorca, algo más: 1.875. Ya en Menorca: 1.800 euros en Ciutadella; 1.690 en Alaoir y entre 1.700 y 2.000 en Maó. En la Península pero sin ir muy lejos, en Denia, el servicio sale por 2.100 euros. En España, según datos de Televisión Española, la media es de 2.000 euros. Aquí en la Isla, lo mínimo es 3.532,12 euros. El siguiente servicio, también muy básico, sale por 3.914 euros. Es decir, morirse en Eivissa cuesta más o menos el doble que en Mallorca, Menorca o Denia.
«Nuestra intención era hacer un tanatorio y un crematorio públicos», explica el exconcejal de Benestar Social de Vila Enrique Sánchez, que en el penúltimo pleno municipal expuso este problema de los precios ante el nuevo equipo de Gobierno, que, por contra, dice que esto no es viable. Sin embargo, el PP sí se muestra favorable a construir un tanatorio en el que será el cementerio nuevo de Sant Antoni.

«El PP es incoherente»
«El Partido Popular es incoherente en las declaraciones que realiza sobre la viabilidad del tanatorio/crematorio, de hecho defienden un tanatorio en Sant Antoni cuando dicen que no es viable económicamente en Vila. La noticia de que el futuro cementerio de Sant Antoni contará con tanatorio no es algo que hayan dicho una sola vez. La más reciente, el 8 de octubre, después de que por dos veces el PP en plenos del Ayuntamiento de Vila negase la viabilidad del tanatorio en esta ciudad», protesta Sánchez.
Sin embargo, los gobiernos progresistas de Vila, primero con Xico Tarrés a la cabeza y después con Lurdes Costa, tuvieron doce años para construir un tanatorio y un crematorio públicos, y no lo hicieron, aunque era algo que llevaban en su programa electoral, al menos en el último de ellos, el de 2007. En los cuatro años que Sánchez fue concejal de Benestar Social en Vila «al principio no fue posible porque había que insertarlo dentro del PGOU [que tardó mucho en aprobarse, lo que generó retrasos en otros proyectos, como la nueva Comisaría]», en sus propias palabras. «Después llegó el Plan E, porque todo se paralizó para centrar todos los esfuerzos en estas obras [que costeaba Madrid] y luego ya se empezó, es decir, que casi todo lo referente al tanatorio y el crematorio se hizo en el último año de la legislatura», explica el exconcejal de Benestar Social.

Estudio de viabilidad
El Ayuntamiento de Lurdes Costa sacó a concurso público la elaboración de un estudio de viabilidad de un tanatorio y un crematorio, un estudio que, según Sánchez, demostró que ambos cosas eran plausibles.
«El Ayuntamiento tiene ahora este informe, en el que, después del estudio correspondiente, confirma la viabilidad financiera y económica de la construcción mediante concesión de obra pública de un tanatorio y un crematorio con dos hornos en Vila, y el actual equipo de gobierno no niega que tenga el informe en sus manos, pero sí dijeron repetidamente en el pleno del mes pasado que el informe que dice que no es viable, lo cual es falso y la prueba es que no han hecho público el informe», denunció Sánchez.

Una oportunidad en Sant Antoni para contar con otro tanatorio
En el Ayuntamiento de Vila no quisieron hacer declaraciones acerca de qué razones les llevaron a aseverar en el penúltimo pleno municipal que la creación de un tanatorio y un cremarorio públicos no es algo viable. En Sant Antoni, el concejal de Obras, Servicios, Puertos y Comunicación, Vicente Costa Maymó, sí explicó que el nuevo cementerio de la localidad, que se levantará en la zona de Can Coix, lleva aparejada la construcción de un tanatorio, ya que la ley exige que sea con «todos los servicios». «Nosotros sacaremos la obra a concurso público y la explotación la hará quien presente la mejor oferta», señala ‘Maymó'. En Sant Antoni mueren una media de 120 personas al año, pero este futuro tanatorio podría dar servicio a toda la Isla, apunta ‘Maymó', por lo que, en caso de que recayera en manos diferentes a las de los responsables de la única funeraria que hay en la actualidad, sería una oportunidad para romper el actual monopolio y abaratar los precios hasta situarlos en niveles más acordes a los del resto del país. El concejal manifestó que hace unos seis años que comenzó la tramitación para la construcción del nuevo cementerio en Sant Antoni. «Entonces ya se hablaba de un coste de unos 6 millones de euros», apuntó el concejal. Aunque Maymó no descarta la posibilidad de que el tanatorio pueda ser municipal, se refirió a la escasez de dinero que al parecer padecen las instituciones para señalar que lo más probable es que lo construya una empresa privada. En cualquier caso, aún quedaría por resolver el grave problema que supone la carencia de un crematorio.