Sin luz ni agua. En la casa de la imagen superior, que tiene dos estancias, un dormitorio y una cocina, viven un hombre y una mujer; a la derecha, ‘Juan El Portugués’ que habita una de las casas abandonadas en Ses Feixes de Talamanca desde hace cinco años.

La población sin hogar que reside en edificios abandonados en ses Feixes de Talamanca crece en la medida en que va empeorando la situación económica. Los cálculos de los trabajadores de Cáritas coinciden con los de los propios ‘sin techo': ahora son unos quince, distribuidos en cuatro o cinco inmuebles. En palabras de Juan, ‘El Portugués', tienen la suerte de residir en un «paraíso». Eso sí, un paraíso sin electricidad ni agua corriente.
A diferencia de otros, a Juan no le importa hablar. «Aquí se vive muy bien, es un sitio muy guapo, un paraíso, aunque está todo lleno de basura, de cristales y de hierros, así que yo pido que se instalen bidones o contenedores para poder tirar la basura dentro», reclama Juan, que tiene unos 50 años y desde hace cinco vive en este lugar con sus cuatro perros, su única compañía en la casa. Explica que «el ser humano es una vergüenza», que él no roba ni vende drogas y que le gustaría que «la policía pasara de vez en cuando por aquí». Al parecer, antes casi nunca se patrullaba por aquí, pero desde hace un tiempo se hace una ronda diaria, aunque para ‘El Portugués' no es suficiente.

Más policía
Le gustaría contar con mayor presencia policial «porque hay personas que vienen con armas a disparar a las garzas y porque en verano por las noches entran con los coches para conducir a toda velocidad por los caminos». «No sé de quién es la casa, yo lo que quiero es seguir siendo libre y reciclar», dice. «Cuando llegué aquí estaba todo destruido, y yo lo he arreglado», presume, aunque hay que decir que su idea del concepto «arreglado» no coincide con la del común de las personas.
Cerca de su casa se está reformando una vivienda. Su propietario piensa que «es normal que todas estas personas vengan aquí a vivir». «Yo soy de aquí de siempre, de pequeño pescábamos anguilas en los canales, pero ahora está todo sucio y la culpa es de los políticos, que lo tienen protegido pero no hacen nada por mantenerlo limpio», critica. El agua estancada huele muy mal en algunas zonas y en época de mosquitos surgen verdaderas plagas. Otro vecino, Jaime, que lleva viviendo aquí más de 20 años, asegura que las personas sin hogar que viven en ses Feixes no causan ningún problema.
Cerca de la casa de ‘El Portugués' hay otra en la que viven otras dos personas, un rumano de Transilvania al que se conoce con el sobrenombre de ‘El Puto Santo' y un español. Éste último se pregunta «para qué quiere la gente saber cómo vivimos aquí». «¡Pues como podemos!», dice al tiempo que se marcha.
Al borde del camino hay otro pequeño inmueble en el que se ven dos carritos de la compra repletos de objetos de todo tipo. Aquí viven desde hace tiempo un hombre y una mujer. Ella es tailandesa y él, belga. Tienen dos pequeñas estancias, una para cocinar y otra para dormir. Desde la fachada, adornada con flores y un espejo, se ven varios edificios de pisos de lujo de la avenida Vuit d'Agost, aún sin vender.

«Cada vez tenemos que atender a más gente»
El coordinador del Centro de Día y del Comedor de Cáritas, Gustavo Gómez, conoce a todas las personas que viven en ses Feixes de Talamanca porque está realizando en Eivissa un censo de personas sin hogar. Cáritas lleva contadas 115 personas, pero aún no han acabado. «Cada vez tenemos más gente a la que dar de comer y lo conseguimos gracias a la ayuda de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, que todos los días nos trae los menús gratis; sólo el año pasado nos dieron 23.000 menús», explica Gómez. En cuanto a los que viven en ses Feixes señala que «algunos son nuevos, pero otros llevan ya muchos años aquí; nosotros le buscamos para ayudar y hacer el censo, per es muy complicado».